Páginas

domingo, 20 de junio de 2010

Papá no es prescindible


Ilustración de Alcover tomada del blog atraviesaelespejo.blogspot.com 


En Venezuela predomina un modelo familiar que el doctor Alejandro Moreno, sociólogo e investigador de la familia venezolana, denomina “Familia Matricentrada” donde el binomio madre-hijo o hija es la única relación existente, donde no hay relación de pareja, ni relación padre-hijo o hija. El papá por lo tanto queda excluido de la vida familiar y esto, según explica el doctor Moreno, se expresa incluso en el modo de hablar. En Venezuela, por ejemplo, se dice, “Madre de palo de agua” cuando nos referimos a que llueve con fuerza y no decimos “voy a casa de mis padres”, sino, “voy a casa de mi mamá”. En Venezuela, el día de la madre ocurre en medio de  movilizaciones extraordinarias, comparadas con las fiestas navideñas. Del día del padre poco se habla, y poco menos recordamos cuándo se celebra.

Un día como hoy, en los hogares venezolanos abundarán las heridas que afloran con la inminencia de una paternidad ausente o de presencia tangencial y poco significativa dentro de la familia. Un día como hoy, especialmente en mi país, no pocos conectarán con el dolor del padre que nunca estuvo. Hoy, aunque oficialmente se celebra el día del padre, no faltará quien intente compensar vacios, desde la mejor de las intenciones, felicitando a las mamás con el consabido, “porque tú has sido padre y madre”, sin que nadie se atreva a admitir que una mamá, solamente puede ser mamá, que una mujer, nunca y por más que se esfuerce, podrá ser mamá y papá. Porque el rol del padre es irreemplazable. Y no se trata de desconocer los enormes esfuerzos de madres solas para llenar el vacío paterno. De lo que se trata es de dar el lugar que le corresponde al vínculo padre-hijo-hija. Negar o restar importancia al dolor o al vacío que provoca el padre ausente, no ayuda a ningún hijo a sentirse más amparado ni menos abandonado.

Aunque tradicionalmente el rol del padre se reservó a funciones meramente reproductoras o, en el mejor de los casos proveedoras, ha surgido en los últimos años una nueva cepa de padres: el papá moderno, un padre más activo en la crianza de los hijos, un papá más comprometido emocionalmente con los hijos, sea que viva o no bajo el mismo techo con ellos. Sin embargo, muchos de estos nuevos papás, además de enfrentar la dificultad de aprender una tarea que nunca les enseñaron a desempeñar, también deben vencer otro escollo: el territorialismo materno que nace de la familia matricentrada. La mujer que ha sido criada y cría en estas familias, aprende  que la única manera de empoderarse dentro del ámbito donde ha llevado siempre la batuta, es a través de la relación con los hijos, y sin darse cuenta en muchos casos (no en todos) se apropia de los hijos contribuyendo a desplazar o anular al padre.

El territorialismo materno es un tema que golpea sensibilidades, hace saltar resortes, pero hay que ponerlo sobre la palestra porque obstaculiza la presencia protagónica del padre en las familias venezolanas. Territorialismo materno es descalificar al padre y hacerlo ver como prescindible para los hijos. Territorialismo materno es pensar o decirle al padre: "tú no sabes dar de comer, vestir, higienizar, atender mejor que yo a nuestros hijos". Territorialismo materno es hablar constantemente a los hijos e hijas en términos que descalifican a su padre: "Eres igualito a tu papá, irresponsable y mentiroso". Territorialismo materno es negarse a permitir que el vínculo padre-hijos sobreviva a la separación de la pareja: "Si te divorcias de mí, pierdes a tus hijos"...

¿Cómo puede aprender a ser papá un hijo varón que no ha tenido un padre presente? ¿Cómo aprende a ser pareja un hijo o una hija que siempre vio a su madre sola, desgastándose en el objetivo imposible de ser madre y padre a la vez?

Por mucha madre que haya, el desamparo paterno es vivido como una experiencia violenta por los hijos. Si queremos un mundo más humanizado, es imprescindible que activemos el rol protagónico del padre en la crianza, que abramos la puerta y demos la bienvenida al padre comprometido emocionalmente con sus hijos.
La solución es de responsabilidad coproducida y compartida por hombres y mujeres. Por una parte las mujeres necesitamos aprender a ceder territorio en la crianza, y por otra, los hombres necesitan aprender a involucrarse emocionalmente con los hijos.

Tal vez, al principio, el cambio se haga difícil porque ser papá comprometido o ser pareja no se aprendió desde la infancia. El esfuerzo sin embargo, valdrá la pena, será inversión segura a futuro. Progresivamente, de modo natural en las generaciones siguientes,   papá ya dejará de ser una figura ausente o poco significativa en la vida de los niños, niñas y adolescentes.

Hoy, a los papis, papitos, papás, padres, biológicos, adoptivos, viejos, jóvenes, de mediana edad, solteros, casados, viudos, divorciados, vueltos a casar, solos, emparejados, les decimos: ¡Feliz día del padre!.  Desde Conoce Mi Mundo, levantamos la copa y hacemos un brindis por todos ustedes, papás presentes y comprometidos emocionalmente con sus hijos y sus hijas.  ¡SALUD!

6 comentarios:

  1. Hola Berna, excelente tema, yo también me he estado preguntando cuál es el rol del padre en la sociedad actual, gracias por aclarármelo, creo que hay muchos hombres que no tienen muy bien definido el concepto de ser padre, mejor dicho un excelente padre.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Karina. Lamentablemente muchos varones no lo tienen claro porque no vieron el modelo durante supropia infancia. Es hora ya de comenzar a cambiar las cosas.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  3. Hola Berna, excelente tema, pero no estoy de acuerdo con el hecho de "hecharle" la culpa a los varones, los hombres no son mas que un patron son las mujeres las que definen su pareja.. muchas veces son ellas quienes no conocen la figura de un padre y al ellas ser madres se creen autosuficientes queriendo seguir los pasos de sus madres que criaron a sus hijos solas, te lo digo porque estoy viviendo una similar.. la futura madre de mi hija desde el segundo mes de gestacion mas nunca me informo nada al respecto de mi bebe y no quiere saber de mi, me dice que me valla que ella y la bebe no necesitan de mi que ellas continuaran solas.. y yo estoy ahi jamas he decistido de ella ni de mi bebe..

    ResponderEliminar
  4. Me gustó mucho tu artículo y estoy completamente de acuerdo en esa necesidad del hombre de involucrarse en la crianza de sus hijos más allá del padre-proveedor a los que muchos limitan su labor. Sin embargo me pregunto, en esos casos donde el hombre simplemente dió la espalda o se limitó a ser una presencia virtual, que podemos hacer las madres para que sus hijos no sufran tan fuertemente la ausencia de su padre?

    ResponderEliminar
  5. Querido Camilo, nunca me referí a que la culpa fuera o no fuera de varones o de mujeres. Hablé de corresponsabilidad. Esta situación es coproducida y ambos miembros de la pareja tienen la obligación de revisar qué hacen o dejan de hacer para privar a los hijos/as de su derecho y necesidad de disfrutar de madre y padre presentes y comprometidos emocionalmente con la crianza. Desconozco los detalles y distintas versiones del caso que refieres, pero probablemente la madre de tu bebé esté incurriendo en alguna de las manifestaciones de territorialismo materno que mencioné en esta entrada del blog y que se ven con frecuencia en nuestra cultura venezolana de familias matricentradas. Sugiero que busques ayuda legal y psicológica para encontrar una solución que constituya el mejor bien para la bebé. Pronto voy a colgar el podcast con la entrevista a Teresa Egaña sobre territorialismo materno y las formas en que la madre venezolana expulsa al padre de la crianza de los hijos, emitida el sábado pasado por la Cultural de Caracas 97.7FM. Tal vez si la mamá de tu bebé lo escuchara, serviría de ayuda.

    Recibe un abrazo,
    Berna

    ResponderEliminar
  6. Estimada lectora (Anónimo):
    La herida por el abandono paterno no es fácil de mitigar, sin embargo siempre hay alternativas. Por ejemplo, las figuras substitutas como el abuelo, un tío o una nueva pareja de la madre que sea amorosa y muy respetuosa con el niño o la niña.

    Me parece importante permitir al niño o niña, expresar siempre lo que piensa, siente, teme o espera respecto a la ausencia del padre, permitirle reconocer y manifestar su propia vivencia y su propio sentir sobre el abandono o la ausencia paterna o sobre la imagen que tenga de su padre al margen de la historia que construyan los adultos significativos en su entorno. Para ello se requiere escuchar a los niños con respeto y darle el lugar y el valor que necesita la construcción de su propia historia personal.

    Sugiero orientación psicológica para la madre y los hijos, y si fuera necesaria, asistencia legal para que el padre cumpla con sus responsabilidades.

    ResponderEliminar

Gracias por enriquecer este espacio con tu opinión: