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domingo, 11 de marzo de 2012

El hogar no es un cuartel


Sin duda la mayoría de los padres y las madres deseamos el bien para nuestros hijos, y apostamos por el modo en que los criamos convencidos de que es el  mejor. Generalmente recurrimos a lo aprendido de nuestros padres, abuelos, bisabuelos… a lo largo de una cadena genealógica sostenida durante más de cinco mil años de civilización patriarcal, cuya estructura competitiva, autoritaria y jerárquica impone relaciones desiguales de superiores sobre inferiores (hombre sobre mujer, adultos sobre niños) generando infinitas dosis de violencia, visibles e invisibles, en el trato de los adultos hacia los pequeños.

Así vemos como brotan cual flores en mayo, madres y padres preocupados por imponer límites, disciplina y autoridad.  Frases como esta, abundan y son aplaudidas en el discurso del  Planeta Adulto: “no podemos permitir niños sin control y padres debilitados que no tienen idea de cómo ejercer su autoridad”. Muy pocas veces se oyen progenitores o cuidadores preocupados por entender cómo robustecer la disposición emocional, comunicación y capacidad de acordar con los niños. Andamos demasiado asustados por perder la autoridad. Hemos terminado por creer erróneamente que al no imponernos sobre los pequeños, el único resultado posible es el caos y el libertinaje.

Para conversar sobre esto, nos acompaña uno de nuestros expertos favoritos, Antonio Pignatiello, psicoanalista venezolano, profesor de la escuela de psicología de la Universidad Central de Venezuela y creador del blog Revés de la Masculinidad. Haremos preguntas y reflexiones sobre el estilo tradicional autoritario de crianza practicado por la mayoría de los padres. Observaremos cómo esta forma de entender y tratar a los niños genera violencia. Identificaremos las trampas y las falsas creencias sobre las cuales se sustenta el estilo autoritario de crianza. Y finalmente ofreceremos opciones para aproximarnos hacia estilos más democráticos en el trato hacia nuestros hijos, basándonos sobre el entendido de que el hogar no es un cuartel, sino un útero amoroso y nutricio donde se forman los seres humanos que luego echaremos al mundo.


Para escuchar la entrevista, pulsa el player

2 comentarios:

  1. Hola Berna, gracias por compartir tu trabajo, en estos momentos estoy esperando a mi primer bebé, y recorcholis traigo tantas creencias de mi niñez, que me horroriza pensar si voy a repetir el mismo patrón de conducta de mis padres, mi papá fué bastante nefasto y conchale quiero darle a mi niña todo mi amor, enseñarle a través del amor para que en un futuro pueda ser una persona centrada en la vida y no se derrumbe ante cualquier problema sinó que pueda tomar el toro por los cachos y salga airosa de cualquier inconveniente.
    Amo a mi pequeñita con toda mi alma, aunque apenas tengo 6 meses y quiero lo mejor para ella.
    Gracias nuevamente por traernos luz, creo que nadie está preparado para ser padre, pero personas como tú nos ayuda a encontrar otras visiones del mundo.

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  2. Karina, muchas gracias por tus palabras. Devenir madre o padre constituye un magnífico portal de transformación personal. En este camino no existen recetas, pero vale mucho confiar en lo que dicta el corazón. Yo prefiero la metodología de hacerse más preguntas que obedecer ciegamente la opinión de "expertos" o la voz de la conseja popular basada en más de lo mismo de siempre. Buscar apoyo y nuevos referentes en la tribu de madres, padres, redes sociales... también vale mucho en este discurrir como padres. Palabras clave para la búsqueda: crianza consciente, respetuosa, natural, con apego. Algunos autores: Laura Gutman, Carlos González, Rosa Jové... Relájate y confía. Todo lo que necesites, llegará. ;)

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