CRIANZA EN CULTURA DE PAZ

Conocer , comprender y respetar cada etapa evolutiva y necesidades legítimas de los niños y adolescentes. Reconectar con lo mejor de nosotros mismos. Transitar hacia el lindo horizonte de un mundo más humanizado.
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viernes, 10 de abril de 2020

A quienes llevan las riendas del sistema educativo



En estas circunstancias de encierro lleno de incertidumbre y amenazas reales e imaginarias de toda índole que afectan no sólo la salud física sino tantas esferas de nuestras vidas a la vez, socavando constantemente nuestro equilibrio vital, encontrándonos sin recursos internos ante tales desafíos, puedo ver a personas, como mis hijas por ejemplo, que logran mantenerse en equilibrio gracias a la práctica de yoga avanzada que pueden hacer por sí mismas sin depender de una clase porque se han formado previamente en esta disciplina durante años. Entonces me pregunto ¿qué cuernos se cree desde el sistema educativo que van a perder los niños incluso desde el preescolar si no se sientan en sus casas como si fuera el salón de clases cada día 4, 6, 8 horas a recibir contenidos telemáticos, y luego seguir haciendo una cantidad de deberes y tareas —que ni siquiera sería capaz de sostener un adulto mucho menos bajo estas circunstancias— metiéndoles además presión constante con supervisiones y seguimientos exhaustivos ante la amenaza de perder “objetivos inaplazables” o de perder el año escolar si no se pliegan a los rígidos mandatos del sistema?.  

En lugar de seguir respondiendo a una estructura establecida por inercia como hámsters en su rueda, me parece un buen momento para parar a hacernos preguntas: ¿cuánto de lo que hemos aprendido en el sistema escolar mayoritario sirve hoy real y efectivamente para nuestro desempeño en la vida y en nuestras carreras profesionales? Ni el 10% dicen los expertos. ¿Vale la pena seguir amargando las infancias de nuestros niños?, ¿para qué?, ¿para que a la hora de la verdad solo cuenten con los recursos internos que han logrado desarrollar gracias a su propio interés, motivación y curiosidad de aprendizaje, y en el mejor de los casos apoyados por padres o tutores excepcionales que les facilitan espacios y recursos al margen de una escuela que lejos de favorecer impide desarrollar destrezas y competencias en aquello que de verdad importa?. Lo del Yoga es un solo ejemplo, pero hay tantos más.


Ahora mismo en una coyuntura sin precedentes para la historia de la humanidad, todos estamos aprendiendo muchas lecciones juntas en poco tiempo. Ahora mismo, los estudiantes no necesitan aprender algoritmos, ni raíces cuadradas, necesitan aprender más sobre gestión vital en momentos de crisis, aprender más sobre el propio potencial individual de recursos internos, aprender más sobre el potencial colectivo como especie gregaria para preservar nuestra sobrevivencia, comprender en la práctica cómo la dinámica de la cooperación en armonía con nuestros ecosistemas favorece nuestro desarrollo como especie, necesitan aprender a relacionarse mejor con el medio ambiente, a cuidar la alimentación, la salud de manera preventiva para favorecer un sistema inmunológico sano y fuerte en lugar de depender de fármacos y tratamientos sanitarios para mantenerse vivos hasta los 80 años o más. Estamos ante una cantera inagotable de recursos de aprendizajes mucho más relevantes ahora. Es un despropósito seguir desaprovechando esta oportunidad única en e afán de seguir con el mismo programa educativo centenario desde casa como si nada estuviera pasando.

Berna Iskandar
Divulgadora y asesora de crianza alternativa 
Blog: www.conocemimundo.com
Instagram: @conocemimundo
Twitter: @conocemimundo


jueves, 21 de junio de 2018

Conoce Mi Mundo de 0 a 7 años




Durante la primera infancia se están consolidando muchos hitos madurativos importantes, como la noción de propiedad. Un niño menor de tres años no sabe que los objetos pertenecen a unos o a otros. Todo lo que se encuentra “le pertenece” y lo quiere explorar. No ha adquirido la noción de permanencia del objeto. Esto se traduce en que cuando una persona desaparece de su ámbito de percepción sensorial, no puede imaginarse que está en otra parte. Por eso sufre ansiedad de separación al perder de vista a la madre. No puede sostener una regla, o sostener la compleja noción del no, porque no ha integrado relación espacio temporal (pasado, presente y futuro). Siempre está en el presente. No puede mantener una instrucción compleja como no tocar el enchufe ahora, mañana y siempre. 

Durante la primera infancia se percibe muy difusamente la frontera entre realidad y fantasía. Todo lo antes explicado conduce a que la forma de comunicación activa con los niños pequeños sea el juego, la creatividad, la fantasía, la distracción y la anticipación. Usando el juego, la fantasía, la creatividad podemos lograr que los niños pequeños cooperen. En lugar de ordenarles que se bañen, los llevamos con cuentos, o juegos a la ducha o la bañera. Si no queremos que agarren algo los distraemos con otra cosa o nos anticipamos para que no la vea. Animamos objetos para motivarlos a vestirse, cepillarse los dientes, etc. A partir de los tres a cuatro años progresivamente comienzan a entender mejor la noción de reglas y de permanencia objetal. Entonces podemos introducir el recurso de los acuerdos y la negociación.

En la primera infancia se consolida el control de esfínteres. Hasta los cinco años, y no a los dos años, como cree la mayoría, el noventa por ciento de los niños logra dejar pañales. La madurez del sistema nervioso que permite alcanzar una arquitectura de sueño parecida a la de los adultos y regular mejor los despertares nocturnos frecuentes ocurre en torno a los seis años. La madurez del sistema inmunológico sucede en la primera infancia. Por eso, entre otras, enferman tanto al ir a los preescolares. Necesitamos tener expectativas realistas para educar sin maltratar. 

Berna Iskandar




Twitter. @conocemimundo
Instagram: @conocemimundo

lunes, 2 de octubre de 2017

El Valle del Cauca Vive La Crianza Respetuosa


GIRA EN EL VALLE DEL CAUCA,
COLOMBIA: BUGA, CALI Y TULUÁ
 24 AL 30 DE OCTUBRE
INSCRIPCIONES ABIERTAS



25 AL 30 DE OCTUBRE
Informa e inscribe Gina Arango
giracrianza@gmail.com
315 4437393 
INSCRIPCIONES ABIERTAS

Ciclo de seminarios y conferencias para promover la crianza libre de violencia  con Berna Iskandar @conocemimundo  autora de Conoce Mi Mundo periodista, madre, blogger, conferencista, divulgadora de temas de crianza alternativa, paternidad, maternidad y derechos de infancia y adolescencia enmarcados en la prevención y el desarrollo humano sustentable (más de 100 talleres, conferencias, seminarios presenciales/online).  Primer premio concurso de Bloggers 2013 sobre Desarrollo Infantil, otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Influencer digital.  Conductora y productora del programa Conoce Mi Mundo  en la Emisora Cultural de Caracas, pionero y único en los medios venezolanos  enteramente dedicado a promover crianza en cultura de paz, desde el 2006. 

BUGA

MARTES 24 DE OCTUBRE 5PM: CONFERENCIA CRIANZA Y AUTOCUIDADO DEL CUIDADOR 
DOMINGO 29 DE OCTUBRE 9AM: SEMINARIO LÍMITES Y DISCIPLINA HUMANIZADA
LUNES 30 DE OCTUBRE 8AM: TALLER COMPRENDER Y ACOMPAÑAR LA ADOLESCENCIA 

PALMIRA
JUEVES 26 DE OCTUBRE 9AM: CONFERENCIA AUTORREGULACIÓN Y APEGO SEGURO, DOS PILARES DE LA CRIANZA RESPETUOSA.
JUEVES 26 DE OCTUBRE 2PM: CONFERENCIA RASGOS EVOLUTIVOS DE LA PRIMERA INFANCIA. 

TULUÁ
VIERNES 27 DE OCTUBRE 9AM: SEMINARIO CRIANZA RESPETUOSA 

CALI
SABADO 28 DE OCTUBRE 9AM: SEMINARIO LÍMITES Y DISCIPLINA HUMANIZADA

Informa e inscribe Gina Arango @gigiarango 
giracrianza@gmail.com
315 443 7393

miércoles, 8 de abril de 2015

Y líbranos de los estragos del patriarcado...




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No me lo había planteado hasta que varias personas que me conocen y saben de mi punto de vista sobre la educación, me recomendaron ver la peli Whiplash. Apenas comenzar, una mezcla de sensaciones de angustia, indignación e impotencia me desbordaron. He escuchado a gente opinar lo mismo, dicen que se han querido salir de la sala en medio de la película e incluso lo han hecho. Yo estuve a punto, pero el objetivo era llegar a mi propia conclusión de la experiencia y si lo consideraba importante, compartirla. De modo que era necesario verla completa. Así que hice de tripas corazón y me quedé.

Las escenas de Whiplash  pueden despertar al alumno o hijo abusado que hemos sido. Ningún terrícola ha escapado en mayor o menor grado al flagelo patriarcal de la educación represiva que atraviesa al planeta.  Esto pudo haber sido parte del origen de mi rechazo y el de muchos.  Sin embargo hubo otras causas. Me costaba dar crédito, no podía digerir  la tolerancia por parte de los alumnos, al abuso del profesor demente, y menos aún en una sociedad como  la de Los Estados Unidos, donde una sola mirada sospechosa basta y procede para demandar por acoso o daño psicológico. Aunque ciertamente la ficción tiene sus licencias,  sin llegar a los extremos de esta película, el abuso de poder a través de innumerables formas de violencia sutiles y visibles por parte de docentes a sus estudiantes es bastante común en muchos sistemas educativos de la vida real. En todo caso,  no queda dudas de que la manifestación exacerbada de violencia o vejaciones graves y explícitas en Whiplash comporta un buen gancho para vender taquilla.  Mismo mecanismo que explica el éxito de bodrios como las 50 sombras, por ejemplo. El sadomasoquismo, la violencia, el abuso y el maltrato son mercancías de alto consumo en la ¿civilización? patriarcal organizada en la dominación del fuerte sobre el débil (hombre sobre mujer, padre y madre sobre niños, profesores sobre estudiantes, una nación poderosa sobre  otra nación vulnerable)

El curso de la trama, sin embargo, dio un giro (se procede a la denuncia, se sanciona al victimario y se detiene el acoso sistemático dentro de la institución educativa)  Por un momento pensé que la película iba hacia un desenlace, más o menos  digno y saludable -cosa que tampoco era obligatoria, porque no todas las películas deben ni tienen porque acabar bien. Pero el final de Whiplash no pudo ser más patético. De un modo muy peligroso quedó validado el abuso como método educativo  para sacar "lo mejor" de los alumnos o lo que se espera de ellos, reforzando la competitividad malsana, enfermiza, el terrible binomio dominio-sumisión.   Cuando en el último minuto de la última escena -bajo un contexto épico, heroico, casi propio de un comercial- el estudiante de música y el profesor demente comulgan, se deja entender que los recursos humillantes y vejatorios realmente logran sacar la genialidad del músico. Pude ver en ello, una vez más, la astuta trampa del establishment para introducir convenientemente los valores de competitividad descarnada y exitismo psicopático. Nos seducen sistemáticamente  para consumir valores nada edificantes con empaques atractivos.  Y ese es el mensaje que  vende esta película ganadora de innumerables premios (El mundo anda mal).

No es fácil salirse de “La Matrix”. Siempre digo que es necesario ponerse los lentes especiales del darse cuenta.  Muchos dirán, “Whiplash es una película inteligente, crítica, que genera debate y reflexión, con actuaciones y música extraordinarias”. Algunos opinarán que nadie es capaz de salir de esa película validando el sádico método del profesor demente. Yo opino lo contrario. En primer lugar para  servir el debate y la reflexión, no necesitamos esta clase de superproducciones cinematográficas plagadas de violencia y sadomasoquismo. Podemos perfectamente hacerlo con películas que nos llenen de experiencias inspiradoras sobre alternativas para educar orientados por el respeto a la integridad de los seres humanos, su capacidad crítica y su creatividad. Y sí que conozco gente que ha salido de esa película coqueteándose con la idea de que un profesor capaz de retar de un modo parecido al demente de la peli, es deseable para sacar "lo mejor" del estudiante.  Con semejante final, cualquiera que no cuente con referentes suficientes para identificar las infinitas formas de violencia y abuso naturalizados socialmente (y en esta sociedad patriarcal es lo que abunda) puede confundirse. A estas personas me permito recordarles la siguiente frase de la gran Alice Miller: Cuando alguien aprende a quererse a sí mismo no puede seguir queriendo a su verdugo.

Para mí es irrelevante que esta película se catalogue de arte o no, de inteligente y crítica o no. Le doy una importancia igual a cero que haya despuntado con las mejores actuaciones, la música o el rubro que sea que las “Academias” consideraran pertinente. Lo que en mi opinión desde mi óptica como comunicadora social cuenta, es que su contenido reafirma valores destructivos y poco edificantes de un modo además, bastante potente y abarcador.

Los medios de comunicación podrían y deberían convertirse en agentes de cambio constructivo y humanizante en lugar de constituirse  -como lo han hecho hegemónicamente hasta ahora y salvo honrosas excepciones - en maquinarias alienantes con carga de invasión de mensajes violentos, patológicamente competitivos, sexistas que comportan un continuo aporte de información deformada (naturalización de comportamientos violentos y de riesgo, de consumos y valores perniciosos, etc.) para la humanidad. Es momento ya de que los medios de comunicación realmente eduquen a favor de la humanización y no a favor de intereses deshumanizantes. Va siendo hora ya de que contribuyan con el cambio de consciencia,  con la alfabetización emocional y ética tan acuciantes para la humanidad  y para el planeta. 


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martes, 30 de septiembre de 2014

#TallerCrianzaRespetuosa 25 de OCtubre en Caracas

TALLER CRIANZA RESPETUOSA
cambiando el paradigma de crianza 
para la construcción de un mundo más amable
25 DE OCTUBRE
INSCRIPCIONES ABIERTAS
HORARIO: 9:00 AM-1:30PM
Inversión: Bs 630 por persona 

Dictado por Berna Iskandar, periodista, madre, blogger, divulgadora de temas de crianza, paternidad, maternidad y derechos de infancia y adolescencia enmarcados en el desarrollo humano sustentable.  Primer premio concurso de bloggers 2013 sobre Desarrollo Infantil, otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Conductora y productora del programa Conoce Mi Mundo  en la Emisora Cultural de Caracas 973FM, único en los medios venezolanos   enteramente dedicado a promover crianza en cultura de paz, desde el 2006.

 
La calidad de la crianza, no es un tema menor, ni un problema más que atender, es el epicentro de los problemas humanos y sociales y debe importar a todos, hombres y mujeres, seamos o no padres o madres. De cómo criamos hoy a nuestros niños y adolescentes, dependerá que construyamos un mundo más violento, con más cárceles y hospitales o un mundo más humanizado.
Padres y madres hacemos lo mejor que podemos con lo que sabemos, pero a veces necesitamos nuevos referentes de ayuda para comprender y conocer mejor el mundo de los niños y adolescentes, entender el porqué de su comportamiento, qué esperan o cuáles son sus necesidades legítimas, para basarnos sobre expectativas realistas que permitan facilitar el buen trato, el vínculo y la asistencia durante el proceso de formación y crianza.

Algunos temas a desarrollar serán: Estilos de crianza; Las etapas en el proceso evolutivo y sus distintas necesidades; Principios y herramientas para el buen trato hacia los niños y adolescentes; Límites y disciplina humanizada y formas de violencia visibles e invisibles (reconocer, prevenir, sanar).


Para inscripciones escribe a  conocemimundo@gmail.com

  
NUESTRO CORREO Y REDES SOCIALES
Twitter. @conocemimundo
Instagram: @conocemimundo

ESTE TALLER ES POSIBLE GRACIAS AL APOYO LOGÍSTICO DE ASOCIVIL ANANDA



  









Nota: Mamás en lactancia pueden asistir con sus bebés. La inscripción es válida sólo para este evento en la fecha señalada.


TALLER CRIANZA RESPETUOSA 
EDICIÓN ESPECIAL DÍA ENTERO AFORO REDUCIDO

CHUAO, CARACAS 14 DE JUNIO

  8:30AM  A 5:30PM 

EN ESTA EDICIÓN ESPECIAL DE NUESTRO TALLER CRIANZA RESPETUOSA DEDICAMOS MÁS TIEMPO PARA EXTENDERNOS  EN LOS TEMAS Y ATENDER CON MÁS HOLGURA LA INQUIETUD DE PARTICIPANTES

DICTADO POR  BERNA ISKANDAR

ORGANIZA CENTRO DE PSICOTERAPIA MS

INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES: 

MARIANELLA SAMBADE

Correo: centro.de.psicoterapia.ms@gmail.com

Celular: 0414 3296534


Con Elí Bravo en Inspirulina Radio, hablamos sobre Taller Crianza Respetuosa 


ALGUNOS TESTIMONIOS DE ASISTENTES AL TALLER CRIANZA RESPETUOSA

GRACIAS!
No sé si nos recuerdas, una pareja al fondo del salón con una bebé, nos fuimos al comenzar la ronda de preguntas, en principio por un  imprevisto que se nos presentó, pero principalmente porque yo estaba a punto de romper a llorar, simplemente no podía contener la tristeza y la rabia que se despertaron durante esa mañana.
Pasé un par de días muy callada, repasando episodios de mi propia infancia y lo peor, dándome cuenta de que las mismas acciones que me marcaron de niña, las estaba repitiendo al pie de la letra con mis hijas, estaba tan avergonzada conmigo y con ellas!
Cuando nos presentamos comentamos que teníamos (además de la bebé) una niña "perfecta" y otra niña "rebelde" la cual nos dificultaba mucho las cosas, con el pasar de los días noté la ignorancia en esas etiquetas, noté que mi niña "perfecta" era capaz de callar sus propios deseos solo para complacernos, note que le costaba muchísimo ser sencillamente una niña sin tener que ajustarse a nuestras expectativas, con horror vi el daño que sin saber le causamos.
Y en cuanto a la "rebelde", bueno, ya tú conocerás ese escenario... no era ella quien se portaba mal, éramos nosotros quienes no sabemos reaccionar ante ella, lo que antes percibía como insolencia ante  "mi autoridad", no es mas que determinación, esta señorita es de una entereza y una valentía admirables!
Ahora las veo definitivamente desde otra perspectiva, son seres humanos con fortalezas y debilidades, como  todos, como yo!
Quería contarte el gran cambio que iniciaste en mi, en mi hogar, en mi familia. No todo es perfecto, pero si se respira otro aire, ya la impaciencia y los gritos no forman parte del menú diario, hacemos un esfuerzo consciente por escuchar y actuar dentro de lo que llamamos calma. Y oh! sorpresa! las niñas se están conduciendo en consecuencia con esto, ya casi desaparecen las pequeñas tormentas cotidianas: hacer las tareas, bañarse, comer, vestirse.... todo se hace en cooperación, empatía y amor.
Ya "la niña perfecta" está dando señales de que se quiere liberar de ese molde que le impusimos, llora, se queja y está en la búsqueda de lo que de verdad le gusta. Parece raro, pero me encanta verla expresando su inconformidad, nunca antes lo había hecho! Y "la niña rebelde" se muestra increíblemente empática, con un sentido de la justicia muy desarrollado, actuando siempre dentro de esta ética muy suya y tan necesaria en el mundo.
Aún estamos en proceso de cambio, supongo que nunca termina... Sin duda estamos mejor, mucho mejor que antes!

INFINITAS GRACIAS! INFINITAS BENDICIONES Y SALUD PARA TI Y EL MOTOR DE CAMBIO QUE IMPULSAS!
Un gran abrazo y siempre agradecida!
LL


-Estuvimos en tu taller esta mañana. Quiero agradecerte por la información brindada. Lamento no haberte conocido antes.  Moviste en mí muchas cosas y me sacaste lágrimas pero bueno, nunca es tarde y lo importante es que pongamos en práctica todo por la felicidad de nuestros pichurrines. .
Te deseamos mucho éxito. Y grandes bendiciones.

Yanelis 


-Buenas tardes Berna,  te escribo en ocasión de comentarte mis impresiones sobre el taller de hoy. En líneas generales me encantó, realmente te felicito por atender esta necesidad tan poco abordada, como es la de abrir espacios para que padres podamos aprender y compartir experiencias. Entiendo lo titánico de tratar de condensar tanta información en tan poco tiempo, pero creo que logras el objetivo de, en primer lugar, fortalecer esa confianza hacia el instinto y luego el de generar en nosotros muchas preguntas que nos hacen, luego del taller, repreguntarnos, replantearnos y elaborar nuevas formas de hacer las cosas o fortalecernos en cómo las venimos haciendo.
Mil bendiciones para ti
Nalia

-Buenas Noches Berna !
Gusto en saludarte, el taller que asistí el día sábado 25 de mayo me gusto mucho, buscaba una orientación o ayuda  para encontrar la mejor manera de tratar a mi hija sin gritos , mandatos , castigo entre otras cosas.  Gracias a la valiosa e interesante información que nos dio en su taller ahora más que nunca es donde debo valorar cada instante que esté con mi hija. A veces por querer hacer las  cosas apresuradas dejamos a un lado  estar   con nuestros chiquitos, creo que el día a día que llevamos actualmente hace que seamos padres que incomprendemos,  sólo pensamos en nosotros , es como usted bien lo hizo saber  "hay que ponerse en el zapato del otro".  Agradecida por su taller fue excelente me gustaría hacer otro referente a otros temas de ayuda para nuestros chipilines .
Sin otro particular queda de usted,
Anahia 

-Estoy feliz de haber asistido y agradezco tu trabajo de divulgación. Mientras hablabas podía identificar cosas que he visto y escuchado en mi familia y me alegra iniciar el camino para romper tantos patrones secretamente violentos y darle a mi bebé la mejor crianza posible. En general la jornada cubrió mis expectativas, aunque esperaba mayor interacción, pero evidentemente el contenido era bastante extenso y no es fácil cuando las intervenciones refieren a situaciones personales puntuales.
El que incluyeras evidencia científica creo que fue determinante para que mi esposo, Erwin, tomara en serio el asunto y además de interesarse, empezara a reflexionar sobre su experiencia con sus hijas mayores. Un gran exito en lo que a mí concierne.

Te sigo leyendo
Saludo
Nereyvic

-El taller excelente; desde la llegada de mi loquita a mi vida ( hace 14 meses) después de salir de la etapa abrumadora de los primeros meses, decidí poner todo de mi parte para ser una buena mamá. El día del taller me di cuenta que no me había equivocado en asistir, supe que quizás voy por el camino más correcto para salir de la matrix y no seguir con los patrones de crianza con los que crecí; fue enriquecedor ver tantos padres en la misma onda que mi esposo y yo, y salí realmente convencida del hecho de que mientras más padres asistan a este tipo de talleres y realmente internalicen la importancia de la crianza  respetuosa, algún día tendremos una sociedad de hombres y mujeres más seguros, felices y capaces; lo que redundará en una mejor sociedad que tanta falta nos hace.
Sigue en tú lucha por los loquitos bajitos
Saludos
Maru  


-Me sentí muy complacida al encontrar un espacio de diferentes mamás, con una misma meta: criar de la mejor manera, con amor y respeto siempre. Pudimos no sólo nutrirnos de nuevos conocimientos sino que pudimos intercambiar experiencias para enriquecer la teoría y sentirla más al alcance. Ser madre es tan diverso y único que es difícil crear un sólo patrón... pero con referencias, consejos, ideas creativas podemos amasar esa información y cocinar para luego digerir algo tan rico como lo es todo lo que se hace desde el corazón.
Me encantó que la merienda pudiese ser compartida con nuestros hijos ( los que los llevamos) y los que no, pues fue un buen momento para una merienda saludable.
Todavía estoy digiriendo mucha de la información y estoy ansiosa de reunirme con personas que conozco para retransmitir toda esta belleza de la Crianza Respetuosa y por supuesto recomendar a los que quieran la información de primera mano a que asistan a tu próximo taller.
Un fuerte abrazo y gracias,

Gizeht  


-Apreciada Berna, el día sábado en tu taller, me sentí más segura de querer criar a mi bebé de una manera respetuosa. Me ha costado muchísimo lidiar con mi familia desde que nació Fabian. Al principio por ser primeriza me dejé llenar la cabeza de cuentos y sólo le di pecho a mi bebé por 3 semanas, porque "no lo alimentaba lo suficiente", "casi no me salía", "no podía pasar 30 minutos pegado a cada pecho". Todos los días me arrepiento de haber sido débil en ese aspecto.
Ahora sé lo que quiero para mi hijo, sé lo que esta bien para él, y soy más fuerte al defender mi postura.
Muchísimas gracias  
Saludos
Johanna


-Hola Berna,
Quiero agradecer el curso de hoy que nos permitió aprender un poco más sobre la crianza respetuosa o de apego. La verdad sirvió para afianzar lo que ya venimos practicando desde el nacimiento de nuestra hija, para reflexionar acerca de nuestra propia crianza, nuestros miedos, dolores ... Falta mucho por aprender, por buscar, por leer y, por supuesto,  por aplicar. Pienso que  lo más importante es que sabemos que estamos haciendo lo correcto, que queremos un cambio en la forma de criar a nuestros hijos y, que  poco a poco vamos a cambiar paradigmas que están muy arraigados desde hace años en nuestras consciencias y en la de muchos otros que están a nuestro alrededor.
Gracias de nuevo, un abrazo,
Ariane 


-Hola! Buen día, hoy es un día diferente para mí. Desde ayer comprendí muchas cosas que hacia tiempo le estaba buscando repuestas... Estoy muy contenta que alguien haga algo por el respeto hacia los niños. Tú has cambiado el paradigma con tus aportes, te felicito por eso  y te agradezco que me informes de todos los talleres que hagas, libros que me sirvan para ayudar a multiplicar...

Un fuerte abrazo. 
Grettel 

-Buenas tardes  Berna,
Primero quiero felicitarte por trabajar en esta hermosa labor, ayudar y orientar a todo aquel que tiene un bebé, niño, niña a su cargo, por acercarnos un poco más a nuestro propio instinto, confiar en nosotros como madres y padres, romper esquemas dañinos, defender a nuestros hijos e hijas de todo aquello que pueda ser violento para ellos. Particularmente muchas gracias, aprendí a ponerme en los zapaticos  de mi hija y ha sido maravilloso, con sus 2 añitos nos entendemos de maravilla, claro con su días difíciles pero al final todos los tenemos y cuando eso pasa ¿qué queremos? Lo que queremos es recibir un buen abrazo... Un millón de gracias y bendiciones...
Gabriela 

 
Estimada Berna,

Primero que todo mil gracias por compartir tus conocimiento y tu pasión por la crianza respetuosa, ha sido para nosotros un aprendizaje reflexivo en el que andamos sumergidos luego de escuchar toda tu sabiduría, cada día que pasa vamos comprendiendo y asimilando el rol tan importante que tenemos y lo que significamos para  nuestra pequeña de 15 meses.

Nos encantó la dinámica del taller el contenido y quedamos ansiosos por más!! Estaríamos muy a gusto de seguir participando y acompañarte de nuevo en este tipo de actividades futuras, no dudes en agregar nuestros correos a tu base de datos de fieles creyentes de que este mundo será mejor el día que nosotros hagamos lo que nos corresponde, empezando por nuestros pequeños.


Saludos cordiales
María A  y Carlos E

Hola Berna,
Que dicha haber asistido a tu taller de Crianzas Respetuosa!!!
Tengo tres años leyendo a los autores que citaste en el taller y practicando la crianza con apego con mi bella hija, y con toda la información que manejo. Tu energía y entusiasmo sobre este tema me han llenado y hecho reavivar las fuerzas para continuar este camino... el camino del corazón. A veces las rutina, la situación, las emociones cargadas y principalmente las críticas, me han hecho dudar de este camino que emprendí, pero escuchándote se me han abierto nuevas ventanas llenas de genuina felicidad y esperanzas.
Qué orgullo saber que en  Venezuela también hay personas que están liderando, apoyando y sustentando este modo de vida. Felicitaciones!!!
Mil gracias 
Evelin

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Está bien equivocarse


La última vez que chequeé seguía siendo humano y es de humanos equivocarse. 
Adagio popular.


 En su libro “El viaje al poder de la mente”, el divulgador científico Eduard Punset dice,  “Se nos repite desde  pequeños que tendríamos que aprender de nuestros propios errores, pero ¿cómo vamos a aprender de nuestras equivocaciones si no admitimos nunca, o rara vez, que nos hemos equivocado?" …   Y cómo podría ser de otro modo, cuando nuestra educación en general se basa sobre la estigmatización y la penalización del error o en la premiación de los aciertos entendidos como conductas socialmente esperadas. De esta manera hemos terminado por llamar educación a meros procesos de adiestramiento basados en la obediencia ciega, a un sistema de huecas y superficiales transacciones (te doy o te quito según te comportes), con lo cual no contribuimos a asimilar conscientemente la experiencia.  Esto es más o menos lo que hacemos a diario, en la mayoría de los casos,  durante la crianza de nuestros hijos.

En este orden de ideas me vino a la mente cierto papá genuinamente preocupado  que se me acercó para relatarme un evento ocurrido durante una fiesta infantil. Con el interés de aclarar si hacía bien o no al usar recursos punitivos (castigo-premio) para lograr que su hijo de cinco años incorporara valores positivos, me contó lo siguiente.  En un momento dado, durante la fiesta, su hijo se sintió  atraído por el globo de otro pequeño de dos años. Entonces se acercó, lo apretó y lo reventó. Como era de esperarse el pequeño de dos años rompió a llorar de susto y desilusión por haber perdido su hermoso y divertido globo a manos de otro niño arrebatado por el impulso. Frente a este escenario, y con la mejor intención de educar, el papá obligó a su hijo a acercarse a la “víctima”, disculparse y entregarle su propio globo en compensación, “para que le doliera y aprendiera la lección”, me aclara el padre. El hijo terminó muy molesto y humillado, el papá muy incómodo, y todos terminaron desaprovechando una gran oportunidad de aprendizaje a partir de los errores acaecidos durante la experiencia, sea dicho de paso, muy común en las fiestas infantiles…

Le propuse al padre lo siguiente: ¿qué tal si rebobinamos la historia para darle un curso diferente?, ¿qué tal si tras la arremetida de tu hijo  contra el globo del niño de dos  años, abrimos un espacio de reflexión para indagar qué pasó, qué lo llevó a hacer lo que hizo, por qué, para qué? Probablemente estaba muy excitado por el consumo de tanta azúcar contenida en gaseosas y golosinas. Probablemente estaba molesto, cansado, aburrido. Quizás intentó decirlo varias veces a su manera sin lograr entrar en el radar de sus cuidadores (La "mala conducta" de un niño es siempre una señal para que detectemos  necesidades desatendidas o aproximaciones desequilibradas hacia él). Tal vez simplemente le resultó llamativo aquel globo que lo invitaba a explorar movimientos y sensaciones…

En lugar de castigar, podríamos comenzar por escuchar al pequeño y responderle desde la empatía diciendo, por ejemplo,  que entendemos que el globo luzca atractivo y reventarlo ciertamente es muy divertido, pero que debemos tomar en cuenta que no siempre lo que nos provoca hacer es bueno para los demás. Podemos aprovechar para explicarle que es deseable intentar ponernos en el lugar del otro antes de actuar y pensar un poco si nos gustaría que nos hicieran lo mismo, etc.  Si a estas alturas hemos logrado establecer una comunicación empática,  probablemente el niño quiera entregar de motu propio su globo (los niños al contrario de lo que creemos son seres muy generosos), y si no, ¿porqué en lugar de obligarlo “para que le duela más y aprenda”, mejor le proponemos buscar juntos otro globo disponible en la misma fiesta para compensar al pequeño de dos años, llevárselo y disculparnos?  De esta manera evitamos que nuestro hijo se sienta humillado, con miedo o con resentimiento fruto de castigos psicológicos. Con lo cual estaría en mejor disposición para asumir su responsabilidad desde el genuino deseo de cooperar a partir de la conciencia y la empatía, constatando que es de humanos equivocarse y que los errores son estupendas oportunidades de aprendizaje y crecimiento.

Twitter. @conocemimundo

miércoles, 23 de octubre de 2013

¿Nacidos para sobrevivir o para ser amados?



 
No existe el pecado original, lo que existe es la herida primal. Ileana Medina


Ya he dicho antes en artículos, en programas de radio y talleres, que entre otros especialistas de la conducta humana, la frecuentemente citada y recomendada autora argentina Laura Gutman, insiste sobre el hecho de que toda forma de violencia pasiva, activa, concreta o sutil  se genera a partir de la falta de calidad en el vínculo durante la crianza. En palabras de la Gutman,  la calidad del vínculo depende de la capacidad de prodigar o no las necesidades que un bebé humano, mamífero, altricial requiere para su desarrollo y que se traducen básicamente en obtener la misma calidad de confort que experimenta  el bebé dentro del útero materno. Es decir, contacto permanente con el cuerpo de la madre, movimiento permanente, alimento permanente, mirada, brazos, consuelo, sostén en continuum. Por ende no es necesario llegar a pegar o gritar. Cuando la madre, el padre o adulto cuidador responsable de la crianza, no es capaz de reconocer y prodigar las necesidades auténticas del niño pequeño, automáticamente lo somete a experiencias sufrientes y violentas.  

Podríamos decir sin miedo a exagerar que ningún  ser humano nacido y criado en esta civilización organizada sobre principios de rigidez y autoritarismo, con modelos de crianzas basados en el adiestramiento y la obediencia,  condicionado sobre la creencia de que un niño se malcría si se le carga demasiado, que hay que dejarlo llorar para que aprenda a tolerar frustración, etc.,  se libra  del maltrato. Nadie o casi nadie se salva de la necesidad de batallar frente a experiencia de infancias hostiles, desplegadas en desiertos afectivos.  Hay que rendirse ante la evidencia: en esta civilización nacemos para sobrevivir y no para ser amados. 

Así las cosas, los seres humanos hambrientos de amor,  terminamos por  aferrarnos a diferentes mecanismos de “salvataje” o de sobrevivencia. En su libro Crianzas, violencias invisibles y adicciones Laura Gutman desarrolla  cuatro de ellos que son básicos:

  1. Violencia hacia fuera: Los niños que echan mano de este mecanismo para sobrevivir, desesperados por obtener lo que necesitan y que no es prodigado por sus cuidadores, aprenden que deben pelear y arrebatarlo. Por tanto devienen en adultos que destruyen al otro. A lo largo de sus vidas siempre encuentran un “otro” que tiene la culpa.
  2. Violencia pasiva: Son las víctimas sistemáticas.  El niño aprende que en la medida en que es fagocitado por la madre o cuidador, en la medida en que reprime sus pulsiones, en la medida en que renuncia a pedir lo que legítimamente necesita, que no reclama su deseo para ser aceptado por el otro,  en esa medida es nombrado, logra mirada y vínculo (“rómpeme, mátame pero no me dejes”).  Luego en su vida presente y futura, basa el vínculo con otro en tanto  que ese otro lo destruye.
  3. Violencia hacia adentro: Se trata del niño que a través de distintas formas pide mirada, brazos, cuerpo materno… sin lograr  penetrar en el radar de sus padres, pero termina haciendo un broncoespasmo y  logra tenerlos a su lado las 24 horas seguidas al lado de la cama en el  hospital. Con lo cual aprende que es así como logra obtener lo que necesita. Entonces “las enfermedades y la debilidad se constituyen en el principal aliado para obtener amor y entrar en el circuito de las relaciones.”
  4. Devorarlo todo: La autora argentina se refiere a las adicciones como otro de los mecanismos de sobrevivencia originado en la carencia de maternaje o calidad de vínculo durante la crianza y que opera incorporando  vorazmente comida, tabaco, alcohol, café, substancias, diversión obsesiva, consumos… intentando saciar necesidades originales (infantiles) no satisfechas.  Aclara la Gutman que todos los seres humanos sufrimos de adicciones en distintos grados.  De hecho vivimos una civilización muy adictiva al punto de que el consumo desmedido entraña un auténtico e inminente desastre ecológico.

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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Reinicio escolar: no permitamos que los niños sufran






"Cualquier cosa que provoque dolor en los niños es una pésima estrategia de crianza" Felipe Lecannelier 

Si los preescolares o escuelas infantiles estuvieran pensados por y para los niños, ¿por qué tendrían que sufrir para adaptarse a ellos?

Una mamá joven dejó a su hijo de dos años en su primer día de preescolar y cuenta desgarrada que se lo entregaron con los ojos hinchados y ronco de tanto llorar. Dice que pasó la noche prendido en fiebre. Otra mamá compara el aula del preescolar de su hijo con un pasillo del terror, relatando la horrible experiencia de escuchar llantos desgarrados de niños desesperados al verse arrancados de la presencia segurizante de sus padres y lanzados sin más a un lugar desconocido...  Historias así brotan a raudales durante el período de reinicio escolar.... sin embargo seguimos llamando a las guarderías y preescolares, lugares especializados en cuidado infantil...  

¿En qué momento se nos congeló el alma, para sentir como normal el llanto desgarrado de un niño durante una adaptación escolar irrespetuosa?

Hay cosas que por principio ético no se hacen, sea que den el resultado esperado o no. Pegarle a un niño para modificar un comportamiento no deseado, dejar a un niño reventándose en llanto para que duerma toda la noche sin molestar a los padres o para que no se malcríe o para que se acostumbre a quedarse en la escuela, constituyen abusos sistematizados y naturalizados socialmente. Niños forzados a quedarse en la escuela o guardería sin que respetemos sus tiempos ni sus necesidades, obligados a plegarse a la comodidad de un mundo adultocentrista que establece sus propias prioridades en detrimento de las necesidades biológicas y afectivas infantiles. Un mundo de adultos carentes de sensibilidad y de disposición para asegurar los medios necesarios que consoliden una transición suave, respetuosa y amable para nuestros pequeños.

La ocasión es auspiciosa para detenernos a reflexionar y poner sobre la palestra el neurálgico asunto de la carencia de períodos idóneos de integración o adaptación escolar.. Es hora de comenzar a indagar sobre lo que nuestros chiquitines están sintiendo. Hagamos el esfuerzo de establecer conexión con su alma infantil y entender cómo registran emocionalmente el inicio de la experiencia escolar desprendidos de su hogar y del contacto con su figura o figuras de apego principales para ingresar a una institución bajo el cuidado de personas desconocidas, con horarios y rutinas nuevas, basadas en exigencias desmedidas, alejadas de las necesidades naturales y propias de su momento evolutivo, donde además  deben soportar la experiencia sufriente de separación, sin un proceso previo, adecuado, real y cabal de integración.  

El período de adaptación escolar, debería constituirse en una norma, y debería contemplar un proceso que ayude realmente a los pequeños a digerir amablemente  la experiencia de la escolarización. Darles el tiempo que sea necesario con la presencia o en compañía de alguno de sus padres o de un familiar en el que el niño confíe dentro del aula y llevárselo más temprano si es necesario, hasta que progresivamente se quede tranquilo en la escuela, permitir que los padres ingresen al aula toda vez que el niño lo requiera, entre otras medidas, resulta crítico para elaborar la experiencia de integración, sin violencia. Se trata de tomar en cuenta y establecer como prioritarias las necesidades auténticas de niños que se encuentran aún en una etapa de desarrollo en la que no dominan  por completo el lenguaje verbal, en la que no han desarrollado la noción del tiempo y no saben diferenciar cuatro u ocho horas, durante las cuales deben separase de sus padres, de una vida entera. Niños que están acostumbrados a convivir en un ambiente familiar, a unas edades cuyo principal requerimiento es el de vincularse con una figura de apego que sepa interpretar y responder de inmediato sus necesidades, y que de pronto llegan a un lugar físico desconocido, donde se convierten en uno más entre muchos desconocidos sin la madurez cognitiva ni emocional para digerirlo.

Salvo contadas excepciones, ni las instituciones escolares, ni las leyes de protección a la infancia, ni la mayoría de padres y madres están conscientes de la importancia que entraña para el desarrollo de la salud física y emocional de los niños, establecer un correcto y cabal proceso de integración escolar, amable y consecuente con sus necesidades.

La psicóloga infantojuvenil Gladys Michelena, pionera y asesora en creación e implementación de períodos de integración escolar en preescolares de Venezuela, plantea la siguiente pregunta, "si se supone que los preescolares deberían ser lugares adaptados a sus necesidades, ¿por qué los niños tienen que llorar cuando ingresan?". Eso, queridos adultos, es justamente lo que permitimos que pase. En la mayoría de los casos dejamos a los pequeños reventándose en llanto hasta que se cansan y no les queda más remedio que resignarse, condenados a pasar por mucho miedo, desamparo, mucha angustia de separación, sin que repararemos que, para ellos, esta situación es vivida como una experiencia con una carga violenta importante, es decir, su primera experiencia de violencia escolar.

Y es que las guarderías y preescolares no han sido diseñados para cubrir las auténticas necesidades de los pequeños. Han sido pensados como elementos del engranaje de un sistema productivo que exige a los adultos salir a trabajar y dejar (en algunos casos, literalmente depositar) a los pequeños en lugares institucionales creados con presupuestos que no cubren los requerimientos de infraestructura, calidad y cantidad de servicios y de profesionales para satisfacer las verdaderas necesidades de los niños. Esto tiene que cambiar y el cambio depende de cada uno de nosotros.

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