"...hay que soñar en voz alta, hay que cantar hasta que el canto eche raíces, tronco, ramas, pájaros, astros..." Octavio Paz. El Cántaro Roto.

CRIANZA EN CULTURA DE PAZ

Conocer , comprender y respetar cada etapa evolutiva y necesidades legítimas de los niños y adolescentes. Reconectar con lo mejor de nosotros mismos. Transitar hacia el lindo horizonte de un mundo más humanizado.

sábado, 20 de febrero de 2010

Homofobia en la escuela


En esta edición conversamos sobre situación e incidencias de la homofobia escolar y programas de apoyo a las instituciones educativas en la atención a la Diversidad Afectivo-sexual. Nuestra invitada: Tamara Adrian profesora universitaria, imparte diferentes cátedras de derecho en la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, activista internacional de DDHH y Derechos por la Diversidad Sexual, premiada con la Orden Luis Maria Olaso  para la Defensa y Promoción de Derechos Humanos por el  Cabildo Metropolitano de Caracas en su primera edición…

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lunes, 15 de febrero de 2010

Viajar con niños bien asegurados


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Las prevalencias revelan que los accidentes de tránsito constituyen una de las primeras causas de mortalidad infantil en el mundo. Sin embargo esta evidencia no es suficiente para que muchos adultos responsables del cuidado y protección de los niños tomen las medidas  de prevención necesarias.

Sobre todo en países donde no existen regulaciones o existen pero no se hacen cumplir rigurosamente, basta con observar por diez minutos los automóviles circulando en las calles, para darnos cuenta de que casi nadie respeta las normas de seguridad que protegen la integridad de los pequeños. Como si fuera muy normal, vemos a chicos sentados sobre el regazo de adultos,  circulando libres por los asientos, asomados por las ventanillas del carro, es decir, arriesgando sus vidas. Hablamos de niños y niñas que al subirse a un automóvil, se convierten automáticamente en víctimas  potenciales  de la negligencia de los mayores a su cargo. En países con leyes estrictas, que además se hacen cumplir,  algo así costaría un tremendo lío con las autoridades. Sin embargo soy de las que cree    obtendremos resultados sostenibles en la medida en que pongamos el acento  en educar, más que en prohibir,  para que las personas logren autorregularse. Es de vital importancia que existan políticas públicas y campañas para sensibilizarnos sobre lo grave de esta situación y las consecuencias fatales a las que exponemos a nuestros pequeños,  al tiempo de divulgar información veraz y oportuna sobre viajar con niños bien asegurados.

A continuación comparto información  sobre seguridad infantil en el automóvil
 
  • Cuando los niños y niñas van en el carro, aún durante los trayectos cortos, es responsabilidad de los adultos hacer que viajen con el sistema de retención adecuado. El cinturón de seguridad y las sillas de seguridad infantil salvan vidas.
  • Desde cero años de edad hasta los dos años, los bebés deben usar una silla especial adaptada a su peso y tamaño. Según recientes disposiciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP) la  silla  debe  colocarse en el asiento trasero viendo hacia atrás.
  • Desde los tres hasta que midan 1,45 m y cumplan entre ocho y doce  años, los niños deben seguir en el asiento trasero usando un cojín elevador con regulación de altura indicado para su edad, talla y peso. Estos cojines están diseñados para acoplar el cinturón de seguridad del vehículo sobre la clavícula del niño y así evitar lesiones.
  • Los niños y niñas nunca deben ir en brazos o en el regazo de un adulto mientras viajan en el vehículo. Si se produce una colisión, el cuerpo del individuo que sujeta al pequeño puede caer sobre él  y aplastarlo. Por otra parte, aunque el impacto se produzca a una velocidad reducida, las leyes de la física harán que el peso del niño pueda llegar a alcanzar hasta una tonelada, por lo que sería imposible retenerlo.
  • Mucho ojo con confiarse en los recorridos cortos o pensar que el niño  ya es lo suficientemente grande como para no ir con el sistema de seguridad adecuado al viajar en el vehículo. Si no se encuentran bien asegurados, las lesiones graves pueden producirse incluso a baja velocidad.
  • Antes de adquirir cualquier sistema de retención infantil como silla o cojín para el carro, conviene asegurarse de que cumplan con las normas óptimas de seguridad e instalarlos en la forma y lugar indicados. Esto es determinante a la hora de prevenir lesiones graves en caso de accidentes. Cuidado con las sillitas que heredamos del hijo de un primo, una hermana o un amigo, pues podría no ser la adecuada a la talla y peso de nuestro hijo. Si no escatimamos a la hora de gastar dinero en teléfonos móviles o en televisores de plasma, mucho menos debemos escatimar a la hora de invertir en una buena sillita para el carro o cojines elevadores para que los niños viajen seguros.
  • Adquiere la sillita o sistema de retención infantil en un lugar especializado. Elige la silla o cojín de acuerdo al peso y el tamaño del pequeño. Infórmate sobre las pruebas realizadas al producto por las asociaciones o instituciones calificadas.
  • Como adulto, comienza por dar el ejemplo. Usa siempre el cinturón de seguridad y exige que todos los ocupantes del carro lo hagan, tanto si viajan en los asientos delanteros como en los traseros.
  • Bajo ninguna excusa permitas que en cualquier trayecto, corto o largo, los niños o adolescentes viajen sin usar el sistema de seguridad apropiado.
  •  No permitas que el niño o niña viaje con la cabeza asomada por la ventanilla, ni  para evitar los mareos.
  • Bloquea los cierres y seguros de las puertas, para evitar que los pequeños puedan abrirlas desde dentro.
  • Conduce con precaución. Respeta los límites de velocidad y no manejes bajo efectos de alcohol u otras substancias. 
 

sábado, 13 de febrero de 2010

La consulta pediátrica de este mes


Nuestra pediatra la doctora Maria Mercedes Castro, vino a hacer la consulta  habitual, en Conoce Mi Mundo. Esta vez respondió inquietudes, dudas y preguntas enviadas por nuestros oyentes, lectores y seguidores a twitter y al correo electrónico. Hablamos de la falta de confianza de algunas mamás en su capacidad de amamantar, de intolerancias y alergias alimentarias (lactosa, algunas proteínas, etc.), síndrome de muerte súbita del lactante y abordaje de la fiebre... 

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viernes, 12 de febrero de 2010

Secuestrados por la adicción al tabaco

Fue en enero del 2007, en el primer reportaje central que realicé para la revista Espacio Familiar, cuando abordé el tema del comportamiento y consecuencias del consumo de tabaco por parte del segmento joven de la población.  La prevalencia del consumo se ha mantenido más o menos igual. Es por ello que hoy quiero compartir el reportaje en este blog,  junto  con el audio de la entrevista hecha por Conoce Mi Mundo a  Natacha Herrera, Asesora del Programa de Tabaco y Consultora de la Organización Mundial de La Salud y de la Organización Panamericana de la Salud en Caracas, Venezuela.

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Secuestrados por la adicción al tabaco

El tabaco es una de las drogas con mayor proporción de adictos. Cinco de cada diez personas que comienzan a fumar, quedan enganchadas y con serias dificultades para librarse de la adicción prolongando el hábito a lo largo de sus vidas con penosas secuelas para la salud. La nicotina tiene un poder de dependencia similar al de la heroína y la cocaína. El tabaco y la heroína figuran con un mismo porcentaje de recaídas en los adictos que intentan librarse del consumo.

La epidemia de tabaquismo ataca desde la adolescencia e incluso la infancia. La desalentadora  imagen de un adolescente fumando cigarrillos se torna aún más desgarradora cuando observamos las cifras arrojadas por la Organización Panamericana de la Salud. Ellas reflejan cómo en los últimos años, a pesar de que en Venezuela, dentro de la población adulta se observa un comportamiento decreciente en el consumo de tabaco, en la franja etaria de 13 a 18 años, el número de fumadores se está duplicando cada año.

Las causas de este contraste en el comportamiento de consumo son atribuidas, en parte, a que los programas de prevención están dirigidos a la población de adultos y los más jóvenes quedan desatendidos. Simultáneamente, las estrategias de mercadeo y campañas de publicidad de las empresas de cigarrillos van dirigidas principalmente a los jóvenes, quienes constituyen un blanco fácil debido a que se encuentran en una edad más vulnerable para iniciar el consumo y consolidar el hábito de fumar.

Otra de las razones para que disminuya el consumo en la población adulta, a diferencia del incremento en los jóvenes, estriba en que los adultos que han sido fumadores por varios años, comienzan a experimentar secuelas importantes en su salud y calidad de vida, viéndose obligados, en muchos casos, a cesar de fumar cuando el daño ya está hecho.


El cigarrillo: todo un proceso de ingenieria

El cigarrillo es algo más que una hoja de papel blanco envolviendo unos gramos de tabaco con un filtro adosado a un extremo. Es todo un proceso de ingeniería pensado con el fin de crear adicción, en aras de satisfacer una poderosa industria que se beneficia de sus ventas. Según la doctora Natacha Herrera, Consultora del Programa de Prevención de Tabaquismo en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las evidencias arrojadas en diferentes investigaciones sobre los componentes del tabaco, demuestran que existe una importante cantidad de químicos en el cigarro, así como intervenciones transgénicas en el cultivo del tabaco, que persiguen aumentar la nicotina para lograr que ésta sea mucho más biodisponible, es decir, que llegue en mayores cantidades al cerebro del consumidor y así generar más dependencia, lo cual se traduce en mayores ventas de esta droga legal y más perjuicio para la salud de los fumadores activos y fumadores pasivos (aquéllos que respiran el humo ambiental del tabaco), así como deterioro del ambiente.

¿Por qué es bueno dejar de fumar?

La adicción a la nicotina es sólo el comienzo de una cadena de efectos del consumo de tabaco sobre la salud, que luego continúa con una serie de enfermedades. He aquí  alguno de los efectos más importantes:


Efectos a mediano o largo plazo: El alquitrán contenido en el cigarrillo es un agente comprobadamente cancerígeno del pulmón, y causa efectos severos sobre el aparato respiratorio, bronquitis crónica, enfisemas, además de asociarse con otros tipos de cáncer, como el de vejiga, riñones, laringe, páncreas y estómago. También tiene incidencias sobre enfermedades del sistema circulatorio que causan ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades en venas y arterias.

Efectos a corto plazo: El consumo del cigarrillo está asociado con aceleración del proceso de envejecimiento de la piel, daños inmediatos en el sistema circulatorio que causan impotencia, pérdida de la capacidad respiratoria inmediata por inflamación del pulmón, pérdida del deseo sexual, entorpecimiento de los procesos de cicatrización y soldadura de huesos, incrementos de problemas de salud dental como caries, dientes manchados, mal aliento, etc.

• Efectos en madres fumadoras pasivas o activas: El fumar, o respirar el humo ambiental del tabaco durante el embarazo, puede causar abortos, muerte súbita del recién nacido o bebés con bajo peso.

Efectos en el medio ambiente: Los no fumadores pueden absorber de un ambiente contaminado con humo de tabaco ajeno, el equivalente a diez cigarrillos en una jornada.

Datos significativos

En los esfuerzos de producción de evidencias para impulsar decisiones de políticas públicas que erradiquen el consumo del tabaco en Venezuela, la Organización Panamericana de la Salud demuestra que, sin contar al sector privado, la mitad del gasto público en salud de nuestro país se invierte en atención a problemas causados por el tabaco. Lo que se recibe en impuestos por cigarrillos no compensa los gastos de salud generados por su consumo. “La proporción es de uno a tres”, describe la doctora Natacha Herrera. “Por cada mil millones que entran por concepto de impuestos de cigarrillos, tres mil millones debe invertir el Estado venezolano para tratamientos a problemas de salud pública directamente relacionados con el tabaco”, indica la Consultora de la Organización Panamericana de la Salud. Por otra parte, en la Encuesta Mundial sobre Tabaquismo en Jóvenes (EMTJ) realizada sobre una muestra representativa de estudiantes entre 13 y 15 años de edad, durante los años 1999 al 2004, en América Latina, y específicamente en Venezuela, se destaca lo siguiente:

• Aproximadamente un tercio de los estudiantes fuma cigarrillo en los lugares donde se aplicó la encuesta

• No hay diferencia en la prevalencia de uso de cigarrillo entre hombres y mujeres

• Más de la mitad de los estudiantes están expuestos al humo del tabaco ajeno en lugares públicos



¿Cómo decirle adiós al tabaco?

Mucho más productivo resulta enfilar las baterías y el esfuerzo en la prevención, para evitar que los jóvenes tengan el primer contacto con el cigarrillo y así se alejen del riesgo de volverse adictos.  Se hace necesario despertar la conciencia a través de estrategias permanentes a partir de la educación básica, pasando por la diversificada y la universitaria. A los jóvenes debe explicárseles desde temprana edad las consecuencias nefastas del vicio de fumar, tanto para quien fuma, como para los no fumadores que respiran el humo ajeno. En el ámbito escolar pueden usarse herramientas como apoyos audiovisuales, trípticos y trabajos escolares de investigación que generen impacto psicológico al acercar a los alumnos a evidencias científicas. Las estrategias tales como campañas de información y prevención desarrolladas y aplicadas por los mismos adolescentes para sus compañeros resultan mucho más efectivas. Ciertamente, es necesario un abordaje intelectual en las acciones para educar a los jóvenes, pero seguramente algunos fumadores podrían dar simposios sobre el daño del consumo de tabaco. Por ello, más importante aún es poner en práctica programas para desarrollar las fortalezas emocionales que a su vez se reflejen en el comportamiento, como la autoestima y asertividad de los muchachos, quienes necesitan convertirse en guardianes de sí mismos y ser capaces de decir no, toda vez que el grupo de pares o el medio social empuje al consumo. Paralelamente debe hacerse hincapié en normas para erradicar el consumo de cigarrillos, no sólo dentro del ámbito escolar, sino también del universitario y los lugares públicos en general. No está demás insistir en la importancia de declarar el hogar como espacio libre de humo de cigarrillo, por razones de ejemplo y modelación de conducta, y por respeto al derecho a la salud del resto de los miembros de la familia que se exponen a los daños provocados por respirar el humo de segunda mano.

Con la activa participación ciudadana se puede lograr la declaración de más espacios libres de humo de tabaco. En Venezuela existe un marco legal que respalda este tipo de acciones. La experiencia internacional sobre declarar lugares Libres de Humo del Cigarrillo arroja resultados optimistas sobre el cese del consumo en la población.

Si estás enganchado o enganchada, busca ayuda

No importa la edad o el tiempo que lleves fumando, abandonar el hábito puede ser una tarea difícil que no depende de tu fuerza de voluntad. Muchas veces resulta imposible lograrlo sin ayuda, por lo que se recomienda buscar el apoyo necesario y disponible a través de diferentes instituciones, tanto privadas como públicas, que ofrecen programas para dejar de fumar. Si estás enganchado o enganchada y deseas dejar la adicción, puedes recurrir a la siguiente lista de contactos e informarte sobre tratamientos para cesar de fumar:

• Programa de Prevención del Consumo de Tabaco de la Organización

Panamericana de La Salud. Teléfono 0212-2671622

• Unidad de Tabaco del Ministerio de Salud . Teléfono 0212-4080508

• Clínica de Cesación de Fumar, Centro Médico Docente La Trinidad.

Teléfono 0212-9496220-9415087

La Unidad de Tabaco del Ministerio de Salud ofrece planes dirigidos a las instituciones educativas que incluye la capacitación de docentes para prevenir la iniciación del consumo de tabaco en los jóvenes. Si deseas información comunícate con el teléfono 0212-4080508

Berna Iskandar

Fuente: Entrevista Doctora Natacha Herrera. Consultora de la Organización Mundial de La Salud y de la Organización Panamericana de la Salud.

jueves, 11 de febrero de 2010

Amor es, amor no es.

Por Berna Iskandar



Habrá tantas acepciones, rasgos atribuidos al amor, formas de experimentar el amor, de creer o descreer en él o de sentirlo, como personas en el mundo.

Entre ellas escuché una vez la del divulgador científico Eduard Punset en una entrevista sobre su libro “El viaje al amor”, donde explicaba que lo primero que hace la primera bacteria hace 3 mil millones de años en la historia de la evolución, es soltar unas señales químicas, preguntando asustada: ¿hay alguien más?, porque sola no podía subdividirse en otras, y al mismo tiempo cuidar de la energía (…) y que en realidad lo que somos (una comunidad andante de células) es el resultado de esa búsqueda de otro, de fundirse con otro (1).  Ciertamente nos encontramos ante una explicación más científica que trovadoresca sobre el amor (como afirma el mismo Punset) y que según mi interpretación, define a esta potente emoción como la energía o el influjo vital para la creación de la vida y para la sobrevivencia,  un punto de vista que explica al amor como la fuerza que nos hace gravitar hacia el otro, que nos empuja a conectarnos con los demás para cuidarnos entre sí, para retroalimentarnos, para compartir la energía,  para nutrir la dinámica de la vida y del desarrollo,  para perpetuarnos.  Esta es la acepción del amor que construye, que multiplica, que nos protege como especie, que nos humaniza.

Pero también existe una construcción social o cultural, un acervo de creencias e ideas acerca del amor, que no constituye la acepción más sana de este sentimiento, y que de un modo inconsciente vamos incorporando y transmitiendo en cadena genealógica de padres a hijos. Este modo de pensar colectivo se recoge en frases como “el amor es ciego”, “quien te quiere te hará sufrir”, “sin ti no soy nadie, no soy nada”, “más me celas, más me amas”, “te castigo y te pego porque te quiero”… lo cual demuestra que hemos desvirtuado el sentido del amor para atribuirle cualidades de desamor, irrespeto, maltrato y sufrimiento. ¿Pero por qué torcimos así las cosas y terminamos por llamar amor al desamor, al sufrimiento, al daño, a la necesidad de depredar al otro o dejarnos depredar por otro? Algunos especialistas explican que esta manera de vivir “el amor” surge de las experiencias de desamparo y miedo al abandono en los primeros años de  la vida (como el que sentimos cuando mamá o papá nos dejaba solos llorando en la cuna), y por tanto de la búsqueda desesperada de una garantía para que el otro o la otra no nos deje y se vaya (no importa que me pegues si gracias a eso obtengo tu mirada, no importa que me devores, me celes, me asfixies, irrespetes, desoigas mis necesidades y me hagas sufrir, si a pesar de ello estás a mi lado y no me abandonas…) la impronta se aloja en un lugar de nuestra memoria emocional a partir de las experiencias tempranas de desamparo, y revive una y otra vez a lo largo de la vida, de modos invisibles para nuestra conciencia, empujándonos hacia la sucesión interminable de relaciones dolorosas que  ciegamente provocamos, permitimos, sostenemos y justificamos en nombre del amor.


¿Realmente te amo o sólo estoy enamorado?

Otra forma común de desvirtuar el amor, es confundirlo con “enamoramiento” o atracción sexual. Nos empeñamos en creer que las cualidades del amor se limitan a las sensaciones de los inicios en la relación de pareja, cuando Cupido acaba de flecharnos y las burbujas suben como champaña recién servida. Entonces nos luce todo bien, todo rico y excitante, pero… todo lo que sube baja… y en las relaciones, como en la champaña, las burbujas tienen que bajar, por lo regular -dicen los expertos- más o menos  al año y medio o dos años (cuando se trata de una relación constituida).  Con el discurrir del tiempo es inevitable tejer vínculos, lo cual conlleva a que lo que empieza como aventura, o mero flirteo, evolucione hacia otras etapas donde se estrechan vínculos ,  surgen compromisos,  responsabilidades, la necesidad de trabajar la convivencia y, así como disfrutamos los buenos momentos, tener la madurez para afrontar y elaborar los no tan buenos. Entonces tiende a creerse que el amor se acabó, que el tan denigrado óxido de la rutina ha desgastado al amor. Y volvemos a buscar  la sacudida del “enamoramiento” a través de los fuegos artificiales que se sienten al principio de toda relación. Buscamos otra copa donde servir la champaña para que suba la espuma, para vivir otra vez el “todo bien, todo rico y excitante”. Pero la realidad se revela cruelmente cuando por aquella ley de que “todo lo que sube baja”, la espuma desaparece, y sin importar cuántas copas nuevas vuelvan a llenarse, vuelve a demostrarse que el enamoramiento es una etapa de transición hacia el amor y que con puro enamoramiento y sin la medida necesaria de compromiso y responsabilidad para dar estructura al amor, ninguna relación encuentra asidero para echar raíces sanas y fuertes. Porque una es el amor romántico  y otra el amor verdadero.


Amor, moneda de intercambio

Otra cosa que hacemos frecuentemente en nombre del amor, es usarlo como una mercancía para repartir o retener con el propósito de controlar a otros. Retiramos el amor a los hijos   cuando queremos forzarlos  a hacer lo que esperamos. Chantajeamos diciendo: no te quiero, eres un niño o una niña mala, eso no se hace, no me hables, vete a tu habitación o al rincón a evaluar lo que has hecho; o por el contrario nos volvemos lisonjeros cuando hace lo que esperamos: así me gusta, eres un niño o niña buena . Dejamos de ver, mirar, tocar, dar afecto al hijo o a la pareja porque no hace lo que esperamos y restituimos o prodigamos  mirada,  afecto y comunicación cuando se pliega a lo que queremos. Así terminamos todos muriendo del miedo a que no nos quieran, creyendo seriamente que somos dignos de amor sólo si hacemos lo que esperan de nosotros y no sencillamente por haber nacido y ser quienes somos.

lunes, 8 de febrero de 2010

Nacimiento irrespetado

Llegué a este video a través de un tweet  publicado por @almadedoula con la leyenda siguiente: "La ironía hila muy muy fino"... me pregunto si más o menos así nacemos, qué podemos esperar de la raza humana ... decidan ustedes si es para reír o para llorar...

viernes, 5 de febrero de 2010

Curación tibetana a través del pulso

Ma Dhyan Aloka, terapeuta internacional de curación tibetana a través del pulso, única en Latinoamérica, visita Venezuela.   
La curación tibetana a través del pulso es una técnica guardada celosamente desde tiempos ancestrales en los monasterios tibetanos y actualizada por Sw. Shantam Dheeraj discípulo de Osho. Una técnica para la curación, la meditación y la transformación que nos ayuda volver nuestra atención hacia dentro, encontrar la causa de nuestro dolor y miedo y disolverlo. El pulso del corazón crea un espacio en el que la experiencia traumática del pasado es observada con distancia y una cierta indiferencia mientras las tensiones del sistema nervioso son disueltas suavemente.

Previamente a las sesiones individuales se hace un diagnóstico a través de la lectura del ojo. En el iris se refleja el estado de nuestro sistema nervioso y el grado individual de conciencia.

El pulso Tibetano:

• Ayuda a regenerar el sistema inmunológico


• Permite afrontar y resolver problemas psicofísicos

• Sirve como profundo viaje al mundo interior

• Acelera el proceso de curación, como por ejemplo, el postoperatorio

• Alivia problemas de stress

• Ayuda a profundizar las relaciones a través de sesiones de pareja

• Recupera el equilibrio energético después de los partos, abortos, cesáreas, cirugías y otros.

•El Tibetan Pulsing Healing ha sido certificado, facultado y es referido por la sociedad médica de Alemania como tratamiento para distintas afecciones y enfermedades.




Shantam Dheeraj (discípulo de Osho) durante años se dedicó a actualizar, dentro de la Pirámide de Naropa en la comuna de Osho en Puna, India, esta técnica ancestral celosamente guardada en secreto dentro de los Monasterios Tibetanos




Ma Dhyan Aloka Terapeuta internacional de tibetan pulsing healing. Graduada en Filosofía y Letras en el año 1975. Discípula del maestro OSHO desde hace veintisiete años. Bajo la dirección de Sw. Shantam Dheeraj en Puna, India, concluye su especialización en trabajos tanto individuales como de grupo, y aplica las técnicas de curación tibetana desde el año 1995. Maestra de meditación y directora del Naropa Institute for Tibetan Pulsing en Roma, Italia. Conduce grupos de terapia y formación de terapeutas en Europa, Asia y América llevando el Tibetan Pulsing Healing a infinidad de personas en nuestra amada Madre Tierra.


SESIONES INDIVIDUALES DE LECTURA DEL IRIS Y APLICACIÓN DE TERAPIA PREVIA CITA

 
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0412  3525264