CRIANZA EN CULTURA DE PAZ

Conocer , comprender y respetar cada etapa evolutiva y necesidades legítimas de los niños y adolescentes. Reconectar con lo mejor de nosotros mismos. Transitar hacia el lindo horizonte de un mundo más humanizado.
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jueves, 18 de mayo de 2017

¿Por qué a los niños les cuesta enfocarse en un objetivo?

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Cuántas veces escucho a mamás, papás y adultos en general quejándose de que los niños dan muchas vueltas, se distraen, tardan un montón cuando les piden que coman, se alisten para salir, se vistan, lleven su abrigo, lonchera, mochila, es decir, se enfoquen en un objetivo. "Cada día lo mismo, se lo tengo que repetir cien veces y no hace caso, siempre está como en otro planeta hasta que le grito, porque sino, llegamos tarde"... cuentan algunos progenitores. Y es que como explica la doctora Alison Gopnik, autora de El filósofo en pañales, niños y adultos somos dos formas diferentes de Homo sapiens. Ambos "tenemos mentes, cerebros y formas de consciencia muy diferentes aunque igual de complejas y poderosas".

La infancia es un prolongado período de inmadurez que hace al ser humano muy dependiente de sus adultos cuidadores y que está íntimamente relacionado con nuestra capacidad humana de cambiar. La imaginación y el aprendizaje se relacionan y tienen muchas ventajas porque son funciones que   permite a los seres humanos  adaptarnos a entornos más variados que cualquier otra especie. Además de transformarlos como ningún animal puede hacerlo. Esta capacidad se desarrolla durante la infancia cuando el cerebro está configurado para que la exploración y la imaginación sean protagónicas. Esta es la razón por la cual a los niños les cuesta mucho más enfocarse en un objetivo. Enfocarse es trabajo diseñado para el cerebro adulto ya maduro después de haber establecido el aprendizaje que le permitirá gestionar la capacidad de exploración y transformación establecidas a lo largo de la infancia. Gopnik explica que allí radica la razón por la que el juego constituye el rasgo distintivo de la infancia siendo la manifestación viva e invisible de la imaginación y el aprendizaje en funcionamiento. "La inutilidad paradójicamente útil de la inmadurez".

Para usar la imaginación hay que disponer de tiempo y los niños están muy ocupados imaginando. Tal vez por esa razón los adultos deberíamos aceptar la necesidad de hacer amables recordatorios para sacarlos de su trabajo más importante y mantenerlos temporalmente enfocados en lo que les exigimos cada día.





lunes, 15 de mayo de 2017

Juegos de inversión de poder


Esta es una fotografía de una serie de capturas de imágenes en momentos de informalidad durante la gestión del expresidente Obama. Puede verse a un pequeño con el disfraz de hombre araña atacando al presidente y a este entregándose de manera juguetona ante el "poder del superhéroe". 

Los juegos de inversión de poder con los niños pequeños en edades en las que su más potente orientación madurativa les impele a medirse en experiencias de autonomía, de afirmación de su individualidad y de su autodeterminación, son excelentes válvulas de escape para al exceso de impotencia causado por la represión constante de un orden adultocentrista. Si el presidente de los Estados Unidos fue capaz de rendirse frente a la determinación de un pequeño que "juega" a controlar la situación, ¿porque no los padres? 

Los niños, en la medida en que descubren y despliegan su autonomía, necesitan sentir que tienen el control. Algo bastante complicado de lograr en un mundo donde constantemente se les imponen las pautas. Juegos de inversión de poder tales como dejarlos escapar cuando les vamos a cambiar el pañal, o rendirnos de forma juguetona ante una situación inocua en la que El Niño reta para demostrar su autonomía, hacer que caemos diciéndoles, ¡ay, me tumbaste! cuando nos tocan , etc., permiten que se libere el estrés y la frustración por el exceso de control sobre las criaturas previniendo así explosiones emocionales propias de la edad y conflictos.





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martes, 7 de febrero de 2017

Niños: Tres razones que explican el comportamiento

Una cosa lleva a la otra.... Con esta trilogía de videos sobre causas que explican el comportamiento infantil,  hago un primer resumen de mis historias de Instagram referidas a los temas que siempre me ocupan: crianza enmarcada en la prevención y la promoción de salud mental infantil.


En este primer video, concretamente hablo sobre la interacción del adulto cuidador como causa que incide o determina la conducta del niño.  







En el segundo video hago referencia a la edad o momento madurativo como factor que determina algunas conductas infantiles. Porque comprender en lugar de juzgar a las criaturas, nos permite acompañarlas respetuosamente  en beneficio del despliegue de su salud mental presente y futura.

 




 En este video viene la tercera causa y cierre de esta trilogía de mis historias de Instagram sobre el tema. Las circunstancias que rodean al niño inciden o determinan su conducta  

  







Fuentes de referencia: Yolanda González, Alice Miller, Laura Gutman, Aletha Solter, Teoría del Apego y mis propios aportes



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viernes, 2 de diciembre de 2016

Taller Límites y Disciplina Humanizada


TALLER LÍMITES Y DISCIPLINA HUMANIZADA 
CARACAS 21 DE ENERO


Dictado por: Berna Iskandar @conocemimundo
LUGAR:  GRUPO ALPHA ALTAMIRA
HORARIO: 9:00 AM-2:00PM 
PLAZAS LIMITADAS.  INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES  
 BHYCOMUNICACIONES@GMAIL.COM
Whatsapp +58414 0271407



Dictado por Berna Iskandar, periodista, madre, blogger, divulgadora de temas de crianza alternativa, paternidad, maternidad y derechos de infancia y adolescencia enmarcados en el desarrollo humano sustentable.  Primer premio concurso de Bloggers 2013 sobre Desarrollo Infantil, otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Conductora y productora del programa Conoce Mi Mundo  en la Emisora Cultural de Caracas, único en los medios venezolanos   enteramente dedicado a promover crianza en cultura de paz, desde el 2006.
 
La mayoría de los terrícolas procedemos de crianzas basadas en la obediencia y el adiestramiento, donde la palabra límites se asocia al No, la represión, la inhibición, los premios, recompensas,  el castigo físico y psicológico... A la hora de criar o educar aún con el propósito de hacerlo de modos distintos, progenitores, cuidadores, educadores, nos encontramos sin otros referentes y se nos plantea el gran desafío: Si no pegó, ni uso premios ni castigos ¿cómo pongo límites?  

La crianza respetuosa propone como objetivo de la socialización, que el niño se convierta en guardián de sí mismo, que despliegue la capacidad de autorregularse, que desarrolle su potencial de comprender así como el propio y genuino deseo de cooperar con los límites razonables e inherentes a la convivencia. Que construya desde adentro y oriente su vida a partir de la ética y de los valores que ha decidido conscientemente incorporar en su bagaje emocional, sin que violentemos sus derechos, ni su integridad como persona. Sin alejarlo de su sí mismo. 

Contenido: Estilos de crianza y las visiones sobre la infancia; Qué son los límites; Exceso o carencia de límites ¿dónde está el equilibrio?; Poner límites o acompañar a nuestros hijos a reconocerlos ¿cuándo y cómo?; ¿Hace falta castigar o premiar para educar?; Presión social versus necesidades naturales (autorregulación) del niño; Lo que no se dice sobre los métodos punitivos de crianza (castigos físicos o psicológicos, silla de pensar o tiempo fuera, el 1,2,3, cartelera de puntos, caritas felices, etc.); Límites razonables y disciplina no punitiva, respetuosa de la integridad del niño 


PODCASTS SOBRE EL TEMA


Con Elí Bravo en Insirulina Radio, conversando sobre cómo nos sentimos cuando nuestros hijos se "portan mal"...




 En La Mañana 977FM, Valencia hablando sobre Taller Disciplina Humanizada




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martes, 27 de septiembre de 2016

Premios, castigos, amenazas, recompensas; ¿para qué sirven?





Para adiestrar, pero no para educar. Los métodos punitivos como el castigo físico y psicológico puede que detengan una conducta en el momento, pero siempre generan repercusiones como la sumisión y la victimización o la rebeldía, porque siempre humillan y son percibidos por el niño como una experiencia violenta. No educan, no enseñan al niño por qué se hacen o no las cosas. Solo condicionan a reaccionar por estímulos externos, no ayudan a construir desde adentro una ética genuina y sostenible. Luego vemos a seres humanos que no se saben autorregular. Si no hay inminencia de un castigo o de recompensas no respetan las leyes o no cumplen con su deber. O se pliegan a órdenes y mandatos irracionales porque aprenden a obedecer ciegamente...  Vemos entonces cómo las personas irrespetan la luz roja del semáforo si no hay un policía que multe. No desarrollan el genuino deseo de cooperar porque no lograron comprender, no sienten que respetando la luz del semáforo contribuyen a mejorar la calidad de vida o porque quieren vivir en un entorno amable y hacen algo al respecto. O vemos personas que siguen ciegamente a líderes violentos u órdenes absurdas porque no desarrollaron la capacidad de pensar por sí mismas.

 Los premios, además, se me parecen mucho a un soborno: Si haces lo que te pido te lo doy, de lo contrario te lo quito. Entonces los niños estudian para sacar buenas notas y no por el placer o la satisfacción de aprender. Más adelante, cuando un compañero de la escuela les ofrezca una recompensa que consideren más atractiva para vender drogas, y la acepten, que no nos extrañe, porque para eso los condicionamos.

En conclusión, no puedo estar de acuerdo con métodos de adiestramiento canino para educar a seres humanos, porque a diferencia de los animales, los seres humanos contamos con el don de la razón, y en la medida en que la ejercitemos más, y desde más temprano, actuaremos razonablemente, con criterio propio, sentido común, en lugar de terminar robotizados, condicionados, adiestrados, inseguros, dependientes de la valoración exterior.

Dicho lo dicho, muchos se preguntarán: si no castigo ni premio ¿cómo educo?. Ciertamente la mayoría de los terrícolas procedemos de crianzas basadas en el adiestramiento y la obediencia donde los límites se asocian con el no constante, la represión y las estrategias punitivas con lo cual a la hora de criar o educar a los niños a nuestro cargo, no encontramos de dónde sacar otros referentes.  

Lamentablemente no existen recetas. Cada niño es único, cada vínculo es único y debe comprenderse desde la especificidad que lo define. Es necesario comprender que la conducta del niño nunca es mero capricho, siempre se explica por su relación con el adulto cuidador, su edad o momento evolutivo y las circunstancias que le rodean. Indaguemos tras la superficie para atender la causa y así redirigir la conducta.  Cuando comprendemos qué esperar o no en cada






"El modelo de crianza en general es autoritario": Berna Iskandar


Entrevista en El Heraldo de Barranquilla


miércoles, 10 de septiembre de 2014

A mi me criaron así y soy una persona de bien


Decimos: gracias a que mi mamá me pegaba y me castigaba, ahora soy una persona de bien. Pero no vemos que el mundo está lleno de personas de bien medicadas para poder dormir.

Decimos: a mi me pegaron y doblegaron mi carácter incivilizado de niño, ahora soy una persona de bien. Pero no vemos que el mundo está lleno de personas de bien que ven con naturalidad la crueldad de pegar a niños indefensos.

Decimos: gracias a que mis padres me dieron correazos, me castigaron y aplicaron férrea disciplina soy una persona de bien. Pero no vemos que el mundo está lleno de personas de bien víctimas de depresión (Pandemia Mundial)

Decimos: menos mal que mis padres me pegaron y castigaron porque yo si que era tremendo, un niño terrible,  y gracias a eso soy ahora una persona de bien. Pero el mundo está lleno de personas de bien padeciendo neurosis,  desiertos afectivos y  cuyas vidas discurren en una sucesión de accidentes emocionales.

Decimos: Más de una vez mis padres me dieron mi jalón de orejas y me dejaron llorando para que aprendiera a respetar y gracias a eso soy una persona de bien. Pero no vemos cómo el mundo está lleno de personas de bien incapaces de resolver los conflictos sin violencia.

Decimos: gracias a que mis padres me pegaron y castigaron, soy una persona de bien. Y no nos damos cuenta de que el mundo está lleno de personas de bien enganchadas a distintas adicciones. Gente de bien que somatiza y se enferma como única salida posible al trauma infantil no registrado conscientemente.

Así nos criaron y así criamos los terrícolas,  y somos “personas de bien” llevando a este planeta hacia un  auténtico desastre ecológico…

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miércoles, 27 de agosto de 2014

Criar es crear, jugar, acordar, negociar

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Cuando un niño está pasándola bien haciendo algo que le gusta, y le decimos o le ordenamos desde la cocina o desde otra habitación que interrumpa su actividad para que haga otra cosa, o para que cumpla con una obligación como ir a bañarse, a comer, a hacer las tareas, etc., es muy probable que no responda de buena gana o no sienta el deseo de cooperar. A nadie le gusta que le interrumpan cuando la está pasando bien y menos con una orden ¿cierto? En esos casos es más efectivo acercarnos, empatizar con el niño (veo que estás disfrutando un montón con tus juguetes)  y comunicarle el evento por venir (pero ya llegó la hora de cenar). Con niños a partir de los 3 años, además del juego y la creatividad, podemos negociar y establecer  acuerdos sobre el tiempo que necesite para terminar con la actividad que está realizando (jugar, ver tv, etc.) y pasar a la siguiente (bañarse, cenar, hacer la tarea).  Con niños menores de 3 años que aún no han desarrollado la madurez cognitiva suficiente para la negociación, podemos usar el juego, la imaginación, la distracción, ofrecer alternativas más atractivas y otros recursos creativos para redirigir su atención e interés hacia la tarea que toque realizar...

Las posibilidades pueden ser tantas, como niños y padres en cada situación particular. Los ejemplos  siempre aportan referencias e ideas que podemos ajustar a cada caso. En este sentido invité a las mamás en mis redes sociales a compartir experiencias de recursos creativos, juguetones, imaginativos que suelen  usar o se les ocurre que podrían usar para motivar a los peques a hacer algo que en principio no les gustaría hacer,  sin recurrir a sistemas de premios y castigos, ni imponer, ni sermonear...

Mónica contaba historias muy locas que se inventaba y con las que se llevaba a sus hijas (cuando eran pequeñas) al baño, a la cena o a la cama.

Mi amiga Holanda, cuando la resistencia a bañarse de su hija de 7 años es dura de vencer,   apela  a recursos divertidos e inesperados como invitarla a meterse a la ducha con la ropa, o  a bañarse todos juntos (mamá, papá, hermanito …)

Mirwil  dice que su  hijo de 3 años anda en la etapa de los "súper héroes". Y que ella aprovecha -como quien no quiere la cosa-  exclamando, "¡oh no… a súper bebé se le ha olvidado darse un baño hoy! ¿qué podemos hacer? ¡ayúdame! ¡ya el agua está caliente!”  Con lo cual el niño sigue el juego encantado. Eso sí –subraya Mirwil- sin nada de apuros.

Otra mamá en la misma onda, cuenta que su hijo de 3 años está algo selectivo con la comida y le ha tocado invitarlo a la cocina para ayudar a preparar los alimentos atómicos de su súper héroe favorito (arepas Z y queso Fotónico) 

Patricia, con su niña de 5 años (por tanto ya en capacidad para negociar) nos cuenta que recientemente tenía que llevársela de casa de la abuela donde la pequeña se encontraba muy a gusto. Cuando le explicó que la razón era arreglar el carro para que estuviera en condiciones de llevarles a la playa el fin de semana, la ilusión de lo que venía luego de la “diligencia fastidiosa”, motivó a la pequeña.

Una seguidora con la cuenta llamada Criando Pensamientos nos dice que a sus sobrinos de 5 y 8 años les propone un juego dentro de la actividad "aburrida". Así, por ejemplo, logra que ayuden a ordenar, poniendo música mientras entre todos lo hacen bajo el reto de acabar antes de que termine la canción.

Una mamá con el usuario @seayalas cuenta que siempre se pone a cantar y bailar alocadamente y que anima objetos que le hablan a su bebé de 14 meses. Dice que no se reprime a la hora de recurrir a la fantasía y al juego alocado en sitios públicos para motivar, distraer o persuadir a su pequeño, aunque la gente la vea raro. 

Cuando algún pequeño o pequeña a mi cargo manifiesta resistencia a pesar de haber intentado varios recursos como la negociación, el juego, la magia… y ya no queda más remedio que llevarles hacia la actividad pendiente, me ha funcionado -como último recurso- convertirme en la monstrua de las cosquillas y los brinquitos, atraparlos y llevarlos cargados a punta de cosquillitas y brinquitos del parque al carro, o de la sala a la cama, a la ducha …

Todas las experiencias anteriores tienen en común las ganas de establecer una buena conexión con nuestros peques, dejar salir y seguir intuitivamente aquello que nos dicta nuestro propio niño juguetón y creativo, hasta conseguir una comunicación activa sin necesidad de castigar, gritar, sermonear, ni ordenar.

Los recursos del juego, la creatividad, la imaginación, la magia, el acuerdo, la negociación constituyen alternativas respetuosas y efectivas frente a los premios y castigos o la costumbre arraigada de dar sistemáticamente órdenes mirando al niño desde arriba.  Aunque a ratos nos resulte difícil, aunque tome más tiempo y esfuerzo, es así como cada día de la crianza de los peques a nuestro cargo, dejará de ser un campo de batalla para convertirse en un desafío lleno de oportunidades para  aprender y disfrutar juntos.

¿Te animas a compartir tu experiencia?   

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