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CRIANZA EN CULTURA DE PAZ
Conocer , comprender y respetar cada etapa evolutiva y necesidades legítimas de los niños y adolescentes. Reconectar con lo mejor de nosotros mismos. Transitar hacia el lindo horizonte de un mundo más humanizado.
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lunes, 30 de mayo de 2016
jueves, 30 de mayo de 2013
La importancia de palabrear a los niños
Por Berna Iskandar
“El niño que escucha las palabras que describen lo que está experimentando se siente profundamente consolado. Alguien ha reconocido su experiencia interna.” Faber & Mazlish
Me emociona cada vez que recibo testimonios como el de
este papá que asistió a uno de mis Talleres de Crianza
Respetuosa y
escribió en twitter lo siguiente: “¡Muy buenos días, Berna! Te cuento que
practiqué la forma respetuosa de cambiarle el pañal que nos enseñaste el sábado
en Maracay y mi hijo se portó genial, relajado
y lo mejor de todo es que no tuve que gritarle.
Gracias.” Otras mamás y papás ansiosos por encontrar una fórmula para
lograr el mismo resultado con sus peques, al leer el comentario, me pidieron que les
explicara el método. Pero, como no se trata exactamente de un método, ni tampoco
de perseguir un único fin como cambiar pañales respetuosamente, sino que se
trata de un principio que debería orientar nuestra aproximación en general
hacia los pequeños, les prometí que se los explicaría en un post. Así me puedo
extender un poco más y queda colgado en la web para todo el que quiera leerlo.
Veamos. La psiquiatra infantil Francoise Dolto, cuyo ideario sirvió de base a sus discípulos quienes se constituyeron en los pioneros
de la consolidación de los Derechos del Niño, partía del principio de que sin
importar lo pequeño que fuera y al margen de que maneje o no el lenguaje
verbal, un ser humano tiene la misma capacidad de compresión desde que está en el
vientre de la madre hasta el día de su muerte. La terapia de Dolto con los
niños, consistía en explicarles todo aquello que les
circundaba, en informarles lo que ocurría en su entorno, en ayudar a poner
palabras a todo lo que el niño podía estar sintiendo o deseando, etc. Tal y como la psicopediatra francesa afirmaba
de un modo sustantivo y preclaro, los adultos desestimamos las capacidades de entendimiento y el
potencial de los niños para buscar por ellos mismos aquello que les oriente
frente al mundo que comienzan a conocer y a explorar, lo cual nos lleva a dar sistemáticamente órdenes
en lugar de comunicar e informar. Para ilustrarlo, Francoise Dolto usó el
ejemplo de un turista japonés que llega por primera vez a París, explicando que,
en ese caso, otro adulto no le daría órdenes sobre lo que debería hacer o los
lugares que debería visitar. Simplemente le ofrecería la información necesaria (el funcionamiento del transporte
público, los mejores lugares para comer, etc.) respetando
su integridad y tomando en cuenta su deseo para que pueda desenvolverse en una
ciudad a la que acaba de llegar y que no conoce.
Si confiáramos en las capacidades
intrínsecas y habilidades innatas de los pequeños para comprender, para co-producir,
para crear y construir progresivamente el modo en que enfrentan, asimilan, se
adaptan o modifican el mundo, si respetáramos y reconociéramos su integridad
como personas, le informaríamos al niño en lugar de ordenarle e imponerle,
además de que nos esforzaríamos por indagar su deseo y su opinión en cada
situación. Y aquí viene el ejemplo del pañal: en lugar de quitárselo directamente sin decir
nada, o sin dar ninguna explicación, le
informamos al niño lo que está ocurriendo en ese momento, “mi amor, el pañal se
ensució, debes sentirte incómodo, vamos a cambiarlo… ahora lo voy a retirar… en
este momento te voy a lavar con agua… ahora vas a sentir un poco de frío, etc.
...” Es muy importante reconocer
y ponerle palabras a lo que el niño puede estar sintiendo. Por ejemplo, si llora
o se incomoda le podemos decir, “yo sé que te molesta cuando
hacemos esto… es lógico que llores… entiendo lo que sientes, a mi también me
desagrada cuando me hacen algo que no me gusta… ya va a pasar, vas a ver que luego te vas a
sentir limpio y cómodo, etc.” Y así, al
igual que con el pañal, con todo lo demás. Cuando vamos a salir, explicarle a
dónde vamos. Si lo dejamos a cargo de otra persona, en lugar de irnos sin
avisar, explicarle con quién se queda, a dónde iremos y cuando regresaremos,
etc. En resumen, informar, describir, apalabrar constantemente y con un
discurso transparente lo que acontece alrededor, lo que el niño puede estar
sintiendo, incluso lo que como adultos sentimos en un momento dado y que puede
ser percibido por el niño, permite que, por pequeño que sea, aunque maneje o no el lenguaje verbal, el niño progresivamente vaya dando estructura
a la experiencia que acontece en un mundo que comienza a conocer y que muchas
veces puede resultarle inquietante. Y esto se logra, en primer lugar, en la medida en que renunciemos
a nuestro punto de vista adulto, arrogante y prepotente, desde el cual
acostumbramos a imponer a partir de la creencia de que “niño no es gente”, ni
es capaz de entender nada. Y, en segundo lugar, cuando estamos en condiciones de establecer una mirada adulta consciente capaz de nombrar la realidad emocional desde un discurso veraz, no distorcionado.
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miércoles, 22 de mayo de 2013
Ser padres y madres conscientes
Podríamos considerar a grandes rasgos la existencia de dos
enfoques que orientan la manera de entender la infancia y de criar a los
hijos. Por un lado nos encontramos con la visión clásica, tradicional,
autoritaria y directiva, denominada “Puericultura Negra” o “Pedagogía
Fascista” por la psicoanalista Alice Miller. Un enfoque que parte del principio
de que los niños son seres absolutamente irracionales, instintivos y fuera de
todo control, que no saben ni entienden nada o muy poco. Seres por tanto,
inferiores a los adultos. Con lo cual, nuestra responsabilidad como padres o como
madres -según este enfoque- es ejercer de policías de una cultura cada vez más
alejada de los instintos, con el objeto de hacer que los “pequeños monstruos”
encajen dentro de las exigencias de una sociedad que ya ha establecido
previamente unos parámetros incuestionables. En estas premisas
autoritarias se encuentra el origen y justificación de infinitas dosis visibles
e invisibles de violencia en el trato hacia los pequeños.
Por otra parte nos encontramos con el enfoque de crianza
consciente, flexible y democrática, respetuosa que parte del entendimiento
de que los niños son seres fundamentalmente buenos y que criarlos no supone una
imposición o una inyección de normas y límites incuestionables establecidos por
la cultura, sino un acompañamiento respetuoso y empático, confiando en las
capacidades intrínsecas y habilidades innatas de los pequeños para co-producir,
crear y construir progresivamente, el modo en que enfrentan, asimilan, se
adaptan o modifican el mundo. Un enfoque donde el niño es considerado como
un igual y tratado con dignidad para que se desarrolle en su máximo potencial
respondiendo a su esencia propia, única y original.
Basándome en la experiencia de mis años de trabajo divulgando
temas de crianza consciente e inspirada en el decálogo de “Principios de los
padres conscientes” de la doctora Aletha Solther, directora del Aware Parenting Institute, decidí
escribir algunas reflexiones sobe el ejercicio de padres y madres volcados a
este tipo de crianza, y que a continuación comparto con ustedes:
- Los padres conscientes aceptan a sus hijos tal y como son, respetando, protegiendo y fomentando el desarrollo de su potencial único y de su libre personalidad.
- Los padres conscientes tratan a su hijos como a un igual, con el mismo respeto y consideración con el que esperan ser tratados. No pegan, ni gritan, ni imponen a sus hijos.
- Los padres conscientes escuchan a los hijos sin banalizar sus sentires, deseos y expresiones, asumiendo que son siempre importantes.
- Ser padres conscientes es palabrear constantemente a los pequeños, contarles lo que nos pasa, lo que esperamos de ellos, lo que necesitamos.
- Los padres conscientes buscan tras la superficie las razones del comportamiento en lugar de interrumpir conducta con métodos punitivos.
- Ser padres conscientes es respetar los propios ritmos madurativos de los hijos en lugar de forzarlos a responder según los ritmos externos.
- Los padres conscientes se preocupan por comprender la naturaleza de cada etapa madurativa de su hijos y tienen expectativas verdaderas sobre lo que se puede o no esperar de los pequeños según su momento evolutivo.
- Ser padres conscientes es ponerse en los zapatitos de los hijos, comprender cuáles son sus necesidades reales y satisfacerlas sin reparos.
- Ser padres conscientes es darse el permiso de cuestionar lo naturalizado y hacer las cosas de un modo distinto al que se ha hecho siempre.
- Los padres conscientes se permiten ejercitar la autocrítica, y cuando se equivocan, saben pedir disculpas a sus hijos.
- Los padres conscientes comprenden la importancia de emprender la propia búsqueda y el trabajo interior para reconectar con la consciencia despierta y desde allí educar a los hijos.
- Los padres conscientes saben ser democráticos, flexibles y enseñar a los hijos a comprender sus deberes sin violar sus derechos .
- Los padres conscientes ofrecen explicaciones y alternativas, en lugar de imponerse y dar sistemáticamente órdenes.
- Ser padres conscientes es sustituir la autoridad, por comunicación, acuerdos y compromiso emocional.
- Los padres conscientes comprenden la diferencia entre educar a un niño respetuoso, consciente , empático y educar a un niño sumiso y obediente.
- Los padres
conscientes comprenden que el hogar no es un cuartel, sino un útero
amoroso y nutricio donde se forman los seres humanos que luego echaremos
al mundo.Email: conocemimundo@gmail.comTwitter. @conocemimundoFB: Conoce Mi Mundo
miércoles, 8 de mayo de 2013
Crianza con apego y crianza respetuosa ¿son la misma cosa?
Por Berna Iskandar
La crianza con apego parte de
la teoría del apego propuesta originalmente por el psiquiatra infantil John
Bowlby quien sostuvo y demostró -a
través de estudios y observaciones directas con niños- que la necesidad de
contacto, proximidad, mirada, cuerpo, consuelo… satisfechas de manera constante
por parte de un adulto significativo que sepa reconocer e interpretar las
necesidades del niño, constituye la base del sano desarrollo del ser humano. Difiere del planteamiento de Sigmund Freud,
quien estudió la impronta de la infancia a través del adulto mediante el
psicoanálisis y no directamente en niños como lo hizo Bowlby. Por otra parte el
padre del psicoanálisis califica el deseo de apego del bebé como un producto secundario
derivado del deseo de satisfacer la necesidad primaria de llegar al alimento
que ofrece la madre (el bebé siente deseo
de apego hacia la madre porque sabe que en ella encontrará la fuente de
alimento). Bolwby, el padre de la teoría del apego, en cambio, revela y demuestra que al igual que
alimentarse, el apego en sí mismo ya es una necesidad primaria, tan potente
y vital para garantizar la sobrevivencia y el desarrollo saludable de los seres
humanos.
Somos mamíferos, primates (muy
sofisticados pero lo somos) por lo tanto dependemos del contacto piel con piel
para sentir afecto y seguridad, sobre todo cuando somos crías completamente
carentes de autonomía y muy dependientes para sobrevivir. Estar en contacto
permanente con el cuerpo de la madre nos permite sentirnos seguros, a salvo.
Sentir la piel, el olor, la voz, los latidos de la madre, es nuestra garantía de sobrevivencia y es el modo de
percibir seguridad, placer, amor, confianza. Un bebé desde el primer momento en
que registra una necesidad y hasta que la misma es cubierta, atraviesa un lapso de experiencia en extremo sufriente,
en el cual se llena de estrés y de miedo, porque biológicamente registra
amenaza a la sobrevivencia. Por eso la crianza con apego derrumba
el mito de que debemos enseñar a los bebés a “tolerar la frustración”, y propone
satisfacer de inmediato y continuamente las necesidades del bebé previniendo
así que sus niveles de estrés aumenten y perjudiquen su desarrollo cerebral y
emocional.
Aunque
lo hayamos perdido de vista, somos descendientes de antepasados humanos que
llevaban a sus crías todo el tiempo en brazos o colgadas en pareos, dormían con
ellas, las alimentaban con pecho durante años, las criaban piel con piel, sin
dejarlas llorar, y todo esto porque de otro modo no hubiéramos sobrevivido como
especie. Retomar esas prácticas es lo
que propone la crianza con apego, porque
aunque ya no vivamos en cuevas al acecho de fieras predadoras, sino en
hogares más seguros, los bebés de hoy
siguen respondiendo a las mismas características biológicas de los bebés de hace millones de años.
La crianza con apego se
inscribe dentro de los principios de la crianza respetuosa, aunque hace énfasis
en los primeros años de vida del niño o la niña, durante los cuales atraviesan
el período de mayor dependencia de la madre para subsistir. Sin embargo un niño
a cualquier edad, según sea la característica de su momento evolutivo, siempre
necesita establecer un apego seguro con adultos significativos. Necesita para
su sano desarrollo, al igual que comer y respirar, contar con la certidumbre que
le prodiga saber y experimentar que hay uno o varios adultos a su cargo, responsivos y en conexión con su
alma infantil.
Los principios de la crianza
respetuosa podrían resumirse en cuatro aspectos fundamentales, los puntos 2 y 3
se vinculan directamente a la crianza con apego:
1. Horizontalidad: Tratar a los
niños como a iguales. No hacer al niño lo que no nos gustaría que nos hicieran.
2.
Empatía: ser capaces de sintonizar con el alma infantil de
nuestros pequeños, reconocer y valorar sus necesidades auténticas sin
degradarlas a la condición de capricho.
3.
Ser responsivos de inmediato y sostenidamente ante las
necesidades, sentires y expresiones del niño.
4. Límites y disciplina
razonable, no punitiva, flexible, democrática, humanizada, respetuosa de los
derechos del niño.
Enlaces relacionados:
Para un cerebro sano, mucho amor, mimos y brazos
Lo dijo el pediatra Carlos González en Conoce Mi Mundo
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jueves, 21 de febrero de 2013
Ganamos Concurso de Bloggers del BID
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La reseña completa de la entrega del premio la ueden leer aquí |
Con mucha emoción comparto con mis lectores, seguidores y radio escuchas, esta gratificante noticia. He tenido el honor de recibir el primer premio del Concurso de Bloggers del BID "Habla por los más pequeños" por mi post titulado "La nalgada 'a tiempo'". Participamos 125 concursantes de 17 países. La noticia fue publicada el 15 de enero en la página oficial del Banco Interamericano de Desarrollo, y en el blog "Primeros Pasos" perteneciente a esta organización a quienes agradezco infinitamente contribuir con la tarea de poner en relieve la causa de los niños y niñas. El premio fue entregado en una grata ceremonia en la sede del BID en Caracas con la presencia de Rocío Medina, Representante de BID en Venezuela y la especialista en Protección Social del BID, Xiomara Alemán. En el acto, organizado por la División de Protección Social y Salud del Banco, también participaron representantes del Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (IDENA), así como de las organizaciones Venezuela Sin Límites y REDSOC, pertenecientes al Grupo Consultivo de la Sociedad Civil (ConSOC), y miembros de la oficina del Banco en el país.
En Conoce Mi Mundo nos sentimos honrados y felices por este reconocimiento.
Estamos muy contentos de anunciar al ganador y los cinco finalistas del concurso de bloggers del BID.
La ganadora es Berna Iskandar de Caracas, Venezuela con el post titulado “La nalgada a tiempo.”Los cinco finalistas (en orden alfabético) son:
- Francisca Jordan (Port au Spain, Trinidad y Tobago): “Soluciones para el cuidado infantil en Trinidad y Tobago”
- Ángeles Destefano (Argentina): “Revalorizando el valor de las madres”
- Karina Tejada Campos (Antofagasta-Chile): “Las olvidadas y re-encontradas de la educación inicial”
- Laura Valadez (México): “Pobreza infantil en México: los desafíos por venir”
- Ivon Valencia Muñoz (Itagüí-Colombia): “¡Es tiempo de conquistar la confianza!”
El martes 22 de enero se publicará en el Blog Primeros Pasos el artículo del ganador y subsecuentemente, cada dos semanas, se publicarán los artículos de los cinco finalistas (en orden alfabético).
¡Les agradecemos muchísimo a los 125 participantes de 17 países por enviarnos sus valiosas contribuciones!
"Los beneficios económicos de los
programas de desarrollo infantil de
calidad son hasta 19 veces mayores a sus costos"BID
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